miércoles, 26 de septiembre de 2012

UNIVERSIDAD DE MASAS / UNIVERSIDAD DE MERCADO: en las LUCHAS NACIONALES POR LA EDUCACION SUPERIOR PUBLICA



José Ernesto Ramírez

Esta ponencia hace una revisión de los procesos económicos, políticos y sus derivaciones en el campo del crédito educativo, que se han dado en Chile y Colombia discutiendo las rutas y costos de oportunidad de las formas de movilidad social, la inequidad de las condiciones de acceso y permanencia en la educación superior y las consecuencias en la distribución social del capital cultural, con la intensión de derivar algunas conclusiones y perspectivas.
El trasfondo de un análisis sobre educación, sociedad y mercado es la evolución de los gastos. En cualquier ordenamiento social esta relación opone el gasto público y el gasto privado. Desde que los Estados modernos entendieron el impacto de la educación en la contención de la diversidad social, se esforzaron por dotarse de modelos accesibles a las disciplinas, promotor de la movilidad social ascendente y instrumental a los proyectos de soberanía, nación y modernización. Hace 30 años los países de la OCDE gastaban en educación oficial casi 5% del PIB, mientras en Colombia no llegaba al 3%, debajo del promedio de 3,5% para los países calificados de bajo desarrollo humano. (Molina, 1995). En el caso colombiano se afirma que históricamente el gasto público oscilo de moderado a precario exagerando la validez de la hipótesis que afirma que las grandes realizaciones individuales de los colombianos más reconocidos son resultado de estrategias personales que muy poco reflejan la solidez de su educación.  Esta falla se agrava en términos de inequidad puesto que el acceso es comparativamente discriminatorio cuando solo el 3% de los ingresantes a las i.e.s. provienen del quintil 1, versus el 44,5% del quintil 5.
En  Colombia durante la década de los años noventa se presentó un incremento notorio en la apertura de programas de pregrado y en la creación de i.e.s.  La creciente oferta de programas, puede explicarse en función de lógicas demográficas, culturales, laborales y mercantiles, que reunidas en un conjunto dinámico dan sentido a la contradictoria afirmación de un modelo de “universidad de masas”.    El financiamiento de la Universidad Pública en Colombia se da mediante aportes a la oferta y subsidios a la demanda. Entre los primeros los aportes del presupuesto general de la nación y/o de las entidades territoriales, la generación de recursos propios, los recursos provenientes de estampillas pro universidad y los proyectos de fomento.  Entre los segundos el crédito educativo ofrecido por el ICETEX y  por entidades cooperativas y financieras, y el otorgamiento de subsidios de sostenimiento por la permanencia en el sistema.  La expansión de este mecanismo ha significado trasladar una parte importante de la población en este ciclo a la condición de sujetos de crédito. En el caso específico del ICETEX se pasó de financiar al 9% en 2002 a 19% en 2010. La cobertura mediante condonaciones parciales del crédito para poblaciones focalizadas cubrió a 92.831 estudiantes con Sisben 1 o 2. Permitiendo tambien la proliferación de i.e.s. En 2008 se hallaban registradas 279 con una matrícula de 1.300.000 estudiantes.   (UNAL-UNIMEDIOS , 2011a.) EL porcentaje de créditos colocados para personas de SISBEN 1 y 2 se esperaba creciera del 41.7% al 50% entre 2006 y 2010.
.D1 Matricula por modalidad, y participación del crédito educativo en la financiación.
 Matrícula
   2009
   2010
% en 2010
 Con ICETEX
%(2)
Con otros créditos
 Técnica
  185.322
  93.014
 5.55%
s.i. 

s.i 
 Tecnológica
  297.183
  449.344
 26.83%
s.i. 

s.i 
 Universitaria
  1.011.021
   1.045.570
 62.44%


13,2 

s.i 
 Especialización
    54.904
     60.358
 3.60%


 Maestría
      20.386
     23.808
 1.42%


 Doctorado
        1.631
         2.326
 0.13%


Total
1.570.447
 1.674.420
100% 
  318.000
19%

Fuente:SNIES.http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=281&Itemid=88
(2) http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=303:bien-en-cobertura-regular-en-calidad&catid=2:informe-especial

La experiencia de la relación entre el sistema educativo y el modelo económico en Chile suele ser estudiada apelando a una clara periodización que marca el sentido de las transiciones.  Antes de 1973, durante la dictadura militar hasta 1988, y el periodo político conocido como concertación hasta el presente.
En el primer período descrito por algunos autores como Estado Docente dentro de un rumbo trazado en la Constitución de 1925, y apoyado por el consenso social se mantuvo un papel central del Estado, como empleador del magisterio, orientador y controlador del sistema educativo. Un sistema centralizado de administración, intentando ejercer una función democratizadora. Aún así para 1969 3 de cada 10 familias sufrían la condición de necesidades básicas insatisfechas.
El golpe militar de 1973 demoró seis años en reformar las políticas educativas que venían de medio siglo atrás. Se asume que “realizar la educación secundaria o universitaria se considera una situación excepcional para la juventud” (Picazo, 2010). Se establece que quien quiera gozar de este privilegio debera pagar o reembolsar sus costos a la comunidad nacional.  Se pone fin al monopolio público de expandir el sistema, y se alienta al sector privado a hacerlo.  La municipalización de la educación dividirá a los actores sociales.
En los jovenes urbanos populares las tasas de desocupación al final de la dictadura llegaban al 50%. Para 1988 cerca del 50% de las familias del gran Santiago no contaba con el ingreso necesario para satisfacer las necesidades básicas. El plebiscito de octubre de ese año y la recuperación del sistema político basado en elecciones libres, unidos a un crecimiento económico reproducido dentro de lo que se ha llamado “Estado postneoliberal” (Picazo, 2010) hicieron posible hacia 1998 recortar la incidencia de pobreza al 21,7%. (Ibañez, 2005).
Intentar reconocer las condiciones dentro de las cuales se hizo posible el modelo colombiano de educación superior, como de mercado, y apreciar prospectiva y referencialmente su  probable evolución en los proximos años constituye un objeto prioritario de análisis para el cual se proponen como referentes conceptuales los ejemplos históricos de la “masificación” de la educación superior, bajo lógicas tan diferentes como las recogidas en discursos tan opuestos como los del “estado docente”, el tratado internacional de servicios educativos, y  la Universidad pública gratuita. (Brunner, 2012)
Entre las influencias que se puede identifcar en la construcción del campo educativo en Colombia, se puede mencionar en primer termino el impacto de los modelos trasplantados a lo largo de su historia.  Esta tendencia lleva asociada la carencia de originalidad en la definición sobre que tipo de universidad era la mas conveniente en el corto, mediano y largo plazo.  
Desde sus inicios El Estado colombiano estructuró como resultado de acuerdos políticos, con exigua ingerencia de los actores sociales el modelo de educación superior, siendo esta una característica que hace algo diferente la naturaleza del antecedente cultural, en lo que tiene que ver con la autonomía del campo vista no solo como la ocupación de posiciones (autonomía posicional) sino tambien en lo que tiene que ver con la autonomía decisional entendida como los principios desde los cuales se fundamentan las decisiones que afectan la construcción jurídica del campo.
Los “police makers” de la educación superior colombiana procedieron regularmente de tres grandes tradiciones. Comunidades religiosas inspiradas en la intensión confesional de la búsqueda racional del saber, la adaptación de la herencia cultural de occidente y la reproducción y extensión de la presencia misional y comunitaria de sus respectivas escolasticas.  Algunas de ellas venían de la etapa colonial, y por la misma incapacidad del Estado de asegurar una estructura pública fuerte, aprovecharon los vacios de la expansión hacia campos del conocimiento en los que se concentraron. Una segunda tradición importante la constituyen diversos arreglos políticos- mediaticos y culturales que en cierta forma respondieron a la intromisión religiosa en la educación superior desde un discurso profano, ideológicamente liberal pero pragmaticamente conservador. El campo de la educación superior se trazó entonces con al menos tres tipos de delineación.  La oposición público-privado, la oposición religioso-laica, la oposición reflexiva (científica) pragmática (en función de la demanda)
Al rastrear la aparición de las presiones hacia la masificación de la educación de tercer ciclo, se puede concluir que guardadas proporciones y ostensibles diferencias en las instituciones jurídico políticas Colombia ha replicado alguna,s de las groseras fallas de fábrica de “la mala educación de la casa rica en el barrio pobre”, en una periodización que implicaría respecto la situación actual separar lo anterior a las grandes reformas de 1980 y 1992, el escenario de crecimiento y subordinación de la autonomía del campo a los principios y posicionamiento de agentes provenientes de y formados en, discursos gerenciales, de la calidad y de la competitividad (el presente), y la coyuntura en la que se halla sistemicamente agrietado el horizonte de sentido sobre lo que representa para el estudiantado en todos los niveles, frente a los instrumentalismos de la internacionalización, el libre comercio de servicios educativos y la cada vez mayor financiarización por crédito educativo de la “formación de capital humano”, todas estas propiedades reunidas en una carrera sin sentido hacia la expansión a porcentajes mayoritarios de la tasa de escolaridad en el ciclo terciario.
 La configuración nacional de los mecanismos de financiamiento de la educación superior, ha sido igualmente el resultado de las luchas intrasocietales por imposición de visiones de la cultura, la ciencia y el interes nacional. Es por eso que son aplicadas de manera indistinta y en diversas combinaciones. El siguiente cuadro refleja los tipos de configuración y su casuística reconocida:
D2  Cuatro modelos combinables de financiación de la universidad
Modalidad
Tendencia y procedimiento
Casos relevantes
Financiamiento público directo
Presupuesto estatal regular
Argentina, México, Brasil
Financiamiento público con base en objetivos de política
Fondos transitorios
Venezuela, Chile (MECESUP), Argentina (FOMEC) México (FOMES) Brasil (PROUNI)
Financiamiento privado
Arancel tanto en privadas como Estatales. Donaciones
Chile
Modelo Mixto
Estatal fijo y/o transitorio, privado por arancel y por donaciones
Chile, Perú,
Fuente: IESALC (2008)
La tendencia hacia la financiarización de la educación superior ha sido la mas común solución a la expansión de la demanda, y según IESALC (2008, 390) “se ha ido imponiendo en forma progresiva con una gestión basada fundamentalmente en criterios financieros y destinados a generar una competencia basada en la buena infraestructura y facilidades” .
Pero al mismo tiempo que los regimenes nacionales de acumulación para paises de latinoamerica son trazados y comprometen la acción social para alcanzar metas de incremento del PIB per cápita, y asi mismo viven un cambio significativo en la demanda por educación superior, se ven enfrentados a la incoherencia entre aumentos –muy limitados- en el gasto público en educación, en tanto pierde participación y se debilita el gasto público por estudiante como % del PIB per capita dada la fuerte presión expansionista  y la ausencia de voluntad política para cambiar tal decrecimiento.

D3: Porcentajes de matrícula pública en Educación Superior
Pais/Año referencia
1985|
2005
Colombia
10.9
29.3
Chile
15.6
47.8
Latinoamerica
7.2
31.3
Fuente: IESALC-UNESCO (2008, pág. 386)
D4: Gasto público total en educación y por estudiante de la educación superior

Gasto público en educación (%PIB)
Gasto público por estudiante ed. Sup. (% PIB per capital)
Colombia
2.8
4.8
49.4
24.6
Chile
3.8
3.5
37.1
25.8
Latinoamerica
3.9
4.8
47.8
32.4
Mundial
5.0
5.0
39.43
6.3
Fuente: IESALC-UNESCO (2008, pág. 396)

Tendencias y antecedentes de la masificación de las Universidades como resultado de luchas sociales.

Paises con sistemas de educación superior consolidados en las primeras revoluciones industriales,  vivieron luchas que no solo originaron pactos sociales capital trabajo, algunos de los cuales subsisten o se han adaptado mejor al presente , sino tambien tuvieron en decadas anteriores procesos de expansión de la educación superior comparables a los de las “nuevas economías emergentes” un calificativo que suele emplearse para calificar el “exitoso” recorrido de las naciones ahora arrojadas al ciclo minero exportador de arrasamiento.
Karl Maton (Ramirez/Peña, 2012) explica como en el caso de Inglaterra, la década de los sesenta vivio la aparición de 8 grandes universidades estatales, legitimadas por haber sido diseñadas “a la medida de las necesidades de los nuevos estudiantes”, característica esta que implicó tanto el aislamiento (universidades campestres)  como el pleno ejercicio de la autonomía, experimento que a pesar de ser pensado como punto de origen de cambios socio-políticos y económicos de gran magnitud, se redujo debido a las refracciones en el principio de autonomía encarnado, en el cual ante la misma ausencia de expresiones políticas externas, se agotaron en “un conjunto de problemas especificamente educativos con soluciones tambien especificamente educativas”. En su conclusión al definir el esquema analitico de la doble dimensionalidad de autonomías posicional y decisional subraya como dentro del discurso dominante de política educativa  ”la noción de objetivos sociales y económicos ha sido reemplazada por una visión utilitarista de la educación superior como un instrumento para lograr resultados politicamente deseables, especialmente de ampliación del acceso social y de convergencia entre la contratación percibida y el aprendizaje permanente de las demandas generadas por la nueva economía del conocimiento cambiante y globalizante” (pp102)

LAS UNIVERSIDADES DE MASAS, LOS NUEVOS ESTUDIANTES Y LA AUTONOMIA DE LA EDUCACION
Sobre las cuatro grandes universidades del SUE está concentrado el esfuerzo principal de masificación solidaria de la oferta de educación superior en Colombia.
D5 TENDENCIAS DE CRECIMIENTO DE LAS i.e.s. PUBLICAS COLOMBIANAS
INDICADOR
1992
2007
Crecimiento
Estudiantes matriculados Universidades Públicas (32)
200.000
494.937
145%+
Cobertura
52% (1999)
70%
18%+
Fuente: UNAL-UNIMEDIOS 2011c

Este crecimiento igualmente significo en la década 2000-2010 concentrar una mayor participación en la matrícula total, al mismo tiempo que se mantuvo la magnitud relativa de cobertura financiera pública, por lo que se suele afirmar que las i.e.s. públicas agudizaron su situación de penuria, sin poder realizar inversiones, dedicando el grueso de sus recursos al gasto administrativo, recortando significativamente la investigación, el incremento de las plantas docentes, su mejoramiento, y la prestación de servicios dentro de los estandares internacionales.


D6 Distribución matrícula y tasas promedio de variación 2000-2010 en Colombia.
 Matrícula
 2000-1
 2000-2
% en 2000
Tasa promedio
2010
% en 2010 
IES públicas
 336.391
 342.276
  37.06%
10,77+
   927.295
 55.38%
IES privadas
 597.694
 581.228
  62.94%
2,49+
   747.125
44.62%
Total
 934.085
 923.504
   100%

 1.674.420
 100%
Variación % frente  al periodo anterior 
 -1.13%


     6.62% 

Fuente SNIES En: http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&task=view&id=279&Itemid=91

Los aspectos críticos del modelo colombiano han sido identificados reiterativamente en los años recientes (UNAL UNIMEDIOS, 2011c):
·         “Según UNESCO en el 2009 la tasa de matrícula en Australia era del 82%, en USA del 86%, en Japón y Reino Unido en 59% y en Francia en 55%. Entre tanto en Colombia este indicador se úbica en 35% lo que deja por fuera de cualquier posibilidad de aprendizaje en el nivel terciario al restante 65%”
·         “El principal problema de la educación superior del país, es la desigualdad, entendida como la ausencia o escasez de oportunidades para determinados grupos sociales de ingreso, raza y etnia, como en la calidad desigual de la educación recibida, y sus efectos en la distribución del ingreso, el estatus y el poder en la sociedad”
·         “En Bogotá, se presenta un flujo anual de 200 mil personas en busca de cupos en la educación terciaria, predominando proveniencia social de viviendas en los estratos 2 y 3. Se conforman por 80 mil estudiantes que se graduan en colegios locales y 120 mil que llegan de otros lugares del país. Como respuesta a esta demanda la urbe ofrece apenas 15 mil cupos en este nivel, incluyendo el acumulado entre ESAP, UdeCundinamarca, UMNG, UD, UPN y UNAL”
·         “Los jovenes de estratos bajos no pueden estar por lo general 5 años en la universidad. Del total de cupos en Bogotá, 14 mil son para carreras de mas de ocho semestres. Esto implica que la mayoría de los ingresantes provenientes de esos estratos, ni siquiera acceden porque no pueden permanecer por falta de recursos” (UNAL-UNIMEDIOS)
En medio de este panorama la estrategia de crecimiento de la cobertura de la demanda ha sido apoyada dentro del plan decenal 2006-2016 en mecanismos como la agregación estadística –mas no creible- de los estudiantes del SENA, la proliferación de Centros Regionales de Educación Superior, como modo de hacer presencia en las ciudades intermedias a fin de retener la migración por demanda, la expansión de la educación abierta a distancia, de muy dudosa calidad por la precariedad con que se realiza, y el crédito educativo, que no solo se promueve como tabla de salvación sino como política con exitosa asimilación.
“El crédito educativo es un instrumento indispensable para el acceso a la educación superior de los jóvenes colombianos. El 68,7% De los beneficiarios del crédito ACCES asegura que en caso de no haber sido beneficiados con el crédito no habrían podido estudiar. Para estos la razón básica es la escasez de recursos económicos y la imposibilidad de acceder a fuentes alternas de financiación de los gastos educativos”. (ICETEX, 2010)

Los últimos gobiernos han alimentado la propuesta de atraer la inversión privada para aumentar el acceso, la presencia y la graduación, en el sistema de Educación Superior. La inversión privada con animo de lucro pregonada por los mercaderes a cargo del MEN se convertiría en el antídoto a situaciones como los  aprox. 3 millones de bachilleres que entre 2000 y 2010 no ingresaron o ingresaron pero el algún momento desertaron. (Piedrahita, 2011)


HAY OTRA EDUCACION PUBLICA (Y OTRO MUNDO) POSIBLE
La refondation de l´ education
Consiste plus à reduire les inégalités,
en élaborant des stratégies distinctes
et appropriées au public a qui elle s´adresse,
qu´ a attribué au système scolaire la tâche de résoudre
a elle seule le problème de la démocratisation sociale ( Braz,2011)

Las locomotoras mineras están haciendo posible que las elites económicas de los países emergentes y “!neo liberados” de América vean con relativa accequibilidad la meta de igualar el gasto público en educación de los países desarrollados. En el caso de Chile se estima que pasar del actual 4% al nivel medio del 7% requeriría unos siete mil millones de dólares por año, que equivalen al 23% de las utilidades mineras.
Sin embargo esta posibilidad encubre dos dinámicas que es preciso examinar ya que se encuentran estrechamente relacionadas.
De una parte resulta contradictorio que antes de la transformación educativa de la dictadura el sistema público de educación estaba funcionando sin aranceles para acceder en cualquiera de sus niveles.  Desde entonces las exportaciones de cobre han aumentado 80 veces, elevando el PIB percapita un 700%.  Lo que explica la financiarización de la educación no es precisamente el incremento de la demanda. Chile paso de 2.3 millones de alumnos a 4.5 en cuarenta años. La explicación de economía política es una parte de la respuesta: Hay una inversión extranjera equivalente al 70% del PIB, a diferencia del promedio mundial del 30%. Las cuatro familias mas poderosas incrementan su riqueza en mas de 16 mil millones de dólares en un año, mientras las familias de los estudiantes chilenos se han reventado a causa de los altos costos y deudas impagables dentro del modelo de privatización heredado de, y no modificado después de, la transición en los gobiernos de concertación.  
 En Chile lo que está ocurriendo hoy en un despertar social ciudadano, liderado por los estudiantes, de carácter nacional, inspirado por un profundo desprecio a la clase política, los partidos, el Congreso, los militares, la Iglesia, los grandes medios y casi todos los factores del poder, según lo demuestran las encuestas. Las elecciones municipales del 28 de octubre de 2012 revelarán cuáles serán los efectos de la medida desesperada por salvar al sistema de cúpulas políticas incorporando 5 millones de electores jóvenes al juego político, con “inscripción automática” a los 18 años y “voto voluntario”, sin castigos pecuniarios para quienes no concurran a las urnas (Carmona, 2012)[2].
Lo que se está vislumbrando a partir de la movilización estudiantil de los años recientes es interesante desde el punto de vista del cambio cultural político que se ha canalizado en las luchas por democratización de la educación. Nuevos liderazgos, nuevos estilos y consignas en las movilizaciones, cambios éticos e incluso simbólicos que merecen atención y pueden igual ofrecer proyección para los movimientos pedagógicos, estudiantiles y la construcción de capital militante.
D7: LA EDUCACION DE COLOMBIA VA PARA DONDE LA DE CHILE VIENE DE REGRESO

Universidad de Chile
Universidad Nacional
Universidad de Antioquia
Estudiantes pregrado
25.952
38.000
38.640 / 5034 en sedes regionales (pregrados)
Estudiantes posgrado
8.665
8.000
Docentes planta
1292 (42%)
3.000
1336
% Recursos Públicos


Aprox 77% (2011)
Composición Social estudiantado


42% E3, 41% E2,
Visibilidad


37º. SCImago (2011)




Fuentes:  UChile, 2011 ; U Nacional,         UdeAntioquia, 2012  (cálculos del autor)

FORMAS DE CAPITAL MILITANTE EN LOS NUEVOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS:
Gabriel Misas (2002), ha propuesto a partir de una crítica al reduccionismo económico en el análisis de los modelos educativos, abrir la perspectiva a distinguir los procesos –bastante heterónomos- de educación, aprendizaje y evaluación utilizando la demarcación de tres canales de trasmisión de conocimiento: el capital cultural heredado y los códigos sociolingüísticos. Utilizando el primero de estos conceptos explica un factor de profunda trascendencia para la trasmisión intergeneracional de la representación social del valor de la educación.
“La educación media y primaria fue una educación para las capas medias de la población hasta los años cincuenta y sesenta. Luego aumentaron, gracias a la acción del Estado, los gastos en educación entre los años setenta y 2000, primero en la educación primaria y luego en la educación secundaria. Entonces ¿Qué está pasando con las nuevas cohortes de 1998 en adelante?. A la educación secundaria están entrando estudiantes que son los primeros, en toda su historia familiar, que superan la educación primaria. En consecuencia, esos estudiantes tienen códigos sociolingüísticos muy diferentes –menor capital escolar- a los de la vieja tradición de los colegios; por ejemplo, los colegios públicos de Bogotá que eran para capas medias altamente escolarizadas en los años cincuenta”.
Desde esta perspectiva el capital cultural con el cual cohorte tras cohorte, generación tras generación se accede a ciclos cada vez más “popularizados” de la pirámide educativa se constituye en una clave explicativa de las formas que adoptan las luchas sociales en el escenario del campo educativo.
Esta apreciación se puede corroborar al comparar el gasto educativo de las familias a lo largo del tiempo. Un estudio sobre gastos y subsidios a la educación revelaría como se incrementa la dotación familiar de las categorías políticas de percepción que están en la base de la transición de prácticas de imitación y/o de frustración a tipos de consciencia social y política.
Voy a proponer un segundo ejemplo, esta vez sobre el significado del trabajo, y por ende de la formación que se requiere para ocuparse.  Un trabajo utilizando la teoría de Moscovici para caracterizar el entronque entre las representaciones del trabajo-por una parte- y la representación de lo juvenil –en la otra- sugiere para el caso Chileno “una diferencia sustantiva entre los jóvenes urbano populares de los setenta y de los noventa… (donde) ha quedado de manifiesto que para una parte importante de esta juventud, la moratoria comienza a ser un hecho cierto y  -concomitante con aquello- puede hablarse de una juventud en el amplio sentido de la palabra” (Ibáñez, 2005).

EL SALVAVIDAS CREDITICIO: ESTUDIE CINCO AÑOS Y RETRIBUYA DURANTE LA VIDA LABORAL

Gary Becker creó con la teoría del capital humano (años sesenta), el soporte mas enraizado en las concepciones de masificación privada o mixta de la educación superior. El principio de las diferencias individuales de aptitudes y productividad como determinante de las diferencias de retribución, ha servido para instaurar el modelo rentabilista de la inversión en educación tanto a nivel micro (la economía doméstica familiar) como en el agregado de la productividad y competitividad de las naciones. Sus postulados básicos hablan de decisiones racionales de obligada orientación a invertir en aptitudes, para así aumentar la productividad, inversión hecha mas atractiva en tanto mayor sea el período de recuperación rentística de la inversión. Creería que la mejor asimilación de su doctrina esta dada en la celebre aporía: “Si cree que la educación es cara, pregunte cuanto cuesta la ignorancia”…. En nuestra cultura se complementó con la reiterada generalización de la creencia “ Si no puede dejar otra cosa, al menos de a sus herederos mejor educación que la suya”.  Esta teoría hegemónica desde entonces acompaño la expansión de la enseñanza universal obligatoria (Esping-Andersen, 2000). A pesar de no ser un objeto tratable en este espacio, cabe mencionar que como tal, esta teoría a pesar de su inconsistencia al momento de validarla frente a la cuestión de las desventajas heredadas (Giroux, 1995) subsistirá hasta el presente o se ha buscado adaptarla.
La implantación de teorías de calidad también arrancó en la década de los años noventa. El gerencialismo subordinó la autonomía discursiva de la dirección académica a los principios originados en el campo de la administración de empresas. Las universidades y centros de producción de conocimiento en materia de pedagogía y educación fracasaron en su misión de formar cuadros de alto nivel encargados de dirigir sistémicamente el campo educativo y mantener su autonomía.
Pero no fue menor el impacto que la ideología del capital humano, traducida en lógicas de inversión-rentabilidad produjeron en la transformación mercantil (oferta en función de la demanda) y financiera (todos los interesados en invertir en aptitudes y capital cultural adquirido lo podrán hacer gracias las enormes facilidades crediticias).
Del momento en que se hacen proliferantes los programas de postgraduación en educación (administración educativa, gerencia en Educación y similares) al de expansión e institucionalización de los jugadores prestamistas en el campo hay unos hilos de tiempo y relación muy cortos.
Las modalidades de crédito educativo en Chile fueron justificadas por al menos 4 razones (Contreras, 2011):

                                                               i.      Permiten incorporar recursos privados en el financiamiento de la educación superior.
                                                              ii.      Subsanan el problema de inequidad ex post, presente en los sistemas de gratuidad de la educación superior, evitando que las personas de más bajos ingresos subsidien, a través de sus impuestos, a quienes obtendrán los más altos ingresos dentro del país.
                                                            iii.      Los créditos contingentes al ingreso permiten reducir la aversión al riesgo de las personas al decidir su inversión en educación.
                                      iv.    Incentivan un mejor rendimiento académico de los alumnos y un término más rápido de sus carreras, porque son más conscientes del costo de los estudios.

A estas razones se agrega la deliberada estrategia de definir un sistema de crédito estudiantil para que los profesionales paguen su deuda con los mayores ingresos obtenidos a raíz de su educación superior. (Gascon y Cepeda, 2008)

El acondicionamiento de los instrumentos de financiarización de la educación superior tanto en Chile (a partir de 1973) como en Colombia ( siguieron un ciclo expansivo bajo la lógica de la privatización. Entre 1982 y 1990 el incremento del mercado de crédito permitió una disminución del 47% en el gasto del Estado en la educación superior. Las instituciones financieras del sistema crediticio son en orden de surgimiento: El Fondo Solidario de Crédito Universitario FSCU. El crédito CORFO, el crédito con garantía del Estado y de las i.e.s. más conocido como crédito Ley 20.027 y los créditos de la banca privada  Los plazos pueden extenderse a 20 años en algunas modalidades.

Al analizar el comportamiento reciente se destaca como entre 2006 y 2008 se operó una importante transición. En 2006,  subsistían alumnos del quinto quintil de ingreso, que en su mayoría estaban en universidades del CRUCH; desde 2007 no existen alumnos del último quintil, por tanto las instituciones del CRUCH tienen una menor participación relativa. Otro
aspecto destacable es cómo esta diferencia de asignación socioeconómica marca notoriamente la participación de los institutos profesionales (IP) y de los centros de formación técnica (CFT). El crecimiento 2006 y 2007  es muy intenso  conforme el direccionamiento focalizado en los jóvenes más pobres.

 D8 Distribución de alumnos beneficiados por quintil de ingreso 2006-2008

La construcción de un complejo abanico de mecanismos de crédito educativo para tercer ciclo en Colombia ocurrió en un ciclo posterior al de Chile. Datos del organismo estatal de estadística, establecen  para el año 2010, un Universo de 8,4 millones jóvenes entre los 15 y los 24 años de edad. Es decir el 19% de los 45,5 millones de colombianos,  De éstos, 4.7 millones son bachilleres y de ellos, el 32% se encuentra matriculado en educación superior. (ICETEX, 2011) A su vez datos del Banco Mundial (BM), señalan que entre el año 2002 y 2008 la matrícula en educación superior creció 51%.  La lógica que comanda la argumentación a favor de la expansión del crédito educativo señala que por el impulso sin precedentes de concesión de créditos del ICETEX, tiene un efector multiplicador de inclusión social, y que la próximas generaciones accederán  comprobado que los padres que tienen educación superior se esfuerzan para que sus hijos también accedan a ella y logren mayores niveles educativos.

Al igual que la transición demográfica la distribución del capital cultural adquirido presenta tendencias inconfundibles. A estas alturas en Colombia, cerca de la mitad de los universitarios provienen de familias en las que ninguno de los padres tiene grados de educación superior. Las diferencias son grandes en la educación superior. Las investigaciones muestran que por cada 27 jóvenes de estratos de altos ingresos que logran completar cinco años de estudios, apenas uno de bajos recursos lo consigue. (ICETEX, 2010)

El último de estos estudios, con la firma independiente Econometría, sobre el impacto del crédito educativo, concluyó que es muy alta la rentabilidad asociada a la educación superior para el individuo, la sociedad y el Gobierno. Producto de esos análisis se observó que cuando se apoya la formación de una persona en educación superior, el retorno de esa inversión en lo personal varía entre 25% y 50% más que en casos similares pero que no cuentan con educación superior. Quienes viven con el egresado terminan beneficiándose de su nueva condición socioeconómica.  Igualmente, para el Estado tiene una rentabilidad entre 12% y 14%.

Los analistas de la movilización escolar chilena de los últimos cinco años dan aclaración sobre las causas profundas del malestar.
“(En los ochenta y noventa) Chile crecía y millones de personas, simplemente esperaban que algún día las bondades del modelo tocaran a la puerta. Al lado de su pobreza crecían universidades, clínicas, bancos, farmacias y tiendas de detal…. Sus hijos sin embargo, gozarían de todo aquello que él no tuvo. Ellos crecieron, entraron al colegio y a la universidad. No solo, entonces, había que pagar las cuentas y las altas tasas de interés de las multitiendas, también matrículas y cuotas mensuales de alguna universidad. Y recién ahí, cuando el joven estaba en primero o segundo año se dio cuenta que la situación era impagable. El Estado, consciente de esto, creo otros sistemas y endeudó al estudiante con créditos garantizados o con aportes fiscales. Así, el modelo siguió, pero siempre en el curso equivocado y desviándose. Y la burbuja esta vez, reventó. Los jóvenes y los padres están endeudados, muchas veces, sin título en mano, porque debieron abandonar su carrera. Se acabó la esperanza y la confianza en que el modelo, al menos recompensaría en sus hijos el esfuerzo de tantas jornadas de trabajo”. (Martorell, 2011)

A MANERA DE CONCLUSION
Desde los años noventa, sin haber sido dada la suficiente y necesaria discusión en la mayor parte de los países de América Latina se acogió el modelo de apertura económica, sin tomar en cuenta los previsibles inconvenientes y dificultades. Chile, desde una década después de la dictadura se convirtió en el laboratorio de los Chicago Boys y sus modelos de reducción estatal, y privatización en función de preferencias políticas para beneficiar a las multinacionales, sirvieron de efecto demostración –dada la aceleración económica que obtuvieron- para reformas de los sistemas laborales, de salud y de educación. Los sectores que monopolizan el control de la banca, los servicios y la privatización en Colombia han calcado repetidamente la experiencia de sus homólogos en la región austral. Decididamente se ha impulsado el proceso de “bancarización” de la actividad económica, A septiembre del año 2011 el 62 por ciento de la población adulta en Colombia más de 18.3 millones de personas mayores de edad, ya contaban con un producto financiero. Dentro de tal lógica no resulta extraña entonces la afirmación de un alto funcionario de la educación que admitió       “Debe aceptarse que las IES sean de ánimo de lucro”.
El modelo de fondos de pensiones privado, ha hecho crisis en el curso de periodos de tiempo separados por una brecha. De igual manera la privatización que se impuso en la educación superior combinando una variedad de instrumentos legales y financieros condujo a una situación de graves contrasentidos como el de la Universidad pública de mayor demanda obligada a crear un mecanismo de auto sostenimiento, y generar desde este marco la mayor parte de sus ingresos.
Nos queda muy claro que la estrategia de "formación de opinión favorable" a la solución del conflicto por la reforma de la Ley 30 (Ley de Educación Superior) está pasando en Colombia por un momento de imposición mediática cuando los dos grandes periódicos nacionales EL TIEMPOhttp://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/educacion/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12136981.html   y EL ESPECTADOR reproducen día tras otro entrevistas con "la máxima autoridad legitimada (DOXA)" de justificación de la necesidad de apoyar -como inevitable- una estrategia de privatización y cofinanciación (privada en función de los intereses del sector productivo) de la Educación Superior en Colombia.

Seguramente dentro de las universidades públicas y privadas donde se analiza críticamente la transformación del campo educativo esta mas que menos claro que Brunner, pudo haber sido dos o tres décadas atrás un autor aportante para mejorar el conocimiento de las relaciones entre educación ciencia y cultura en el contexto latinoamericano.  Pero como lo reflejan buena parte de los comentarios de lectores a sus entrevistas, tomando distancia del intento impositivo de la visión de EDUCACION PUBLICA DE MERCADO, sus ideas hoy en día están reducidas a una promoción del punto de vista mercantilista, justificando en un ideario conservador la inevitabilidad de eliminar el mecanismo de intervención Estatal en la redistribución de las oportunidades de acceso a la educación .


EN CAMBIO SI LA PREGUNTA ES SI HAY EDUCACION DESPUES DEL MERCADO LA RESPUESTA ES POR SUPUESTO
Premisa Uno Desmercatilizar. En función del concepto referente al grado en el que los Estados sociales logran debilitar el nexo monetario al garantizar unos derechos independientes de la participación en el mercado, de acuerdo también a la noción de derechos de ciudadanía social
Premisa Dos “Somos estudiantes No Clientes tarjetabientes”. La  consigna de las marchas convocadas por las federaciones estudiantiles del ciclo básico y apoyadas por los universitarios, el magisterio y las comunidades educativas no solo revelan el malestar con el modelo aún no subsanado, sino que reflejan el grave defecto de diseño que aún hoy inspira ciegamente a muchos de los habitantes del vecindario a reproducir el dudoso gusto de hablar sobre como “la educación superior gratuita conduce a la desigualdad”. (Brunner, 2012) 
Premisa tres: Evitar que la sobre determinación de las circunstancias adversas cambien “naturalizando” las diferencias sociales de segregación. El asunto acá es delicado: 
D9 Comparación de la financiación en propuestas relativas a la Ley de Educación Superior
proyecto gubernamental de reforma a la Ley 30 de 1992 (2011)
Propuesta de SUE-ASCUN (2011=
ARTÍCULO 155. El Gobierno Nacional incluirá anualmente en el Presupuesto General de la Nación aportes al Instituto Colombiano de Crédito y Estudios Técnicos en el Exterior, ICETEX, con destino a mantener los subsidios a la tasa de interés, a la matrícula y al sostenimiento que éste otorgue a estudiantes de bajos recursos de acuerdo con el instrumento de focalización que defina el Gobierno Nacional y a mantener los Fondos Especiales para Grupos Étnicos.

ARTÍCULO 156. Créase el Fondo para la Permanencia Estudiantil en la Educación Superior, sin personería jurídica, administrado por el Instituto Colombiano de Crédito y Estudios Técnicos en el Exterior, ICETEX. Los recursos de este Fondo se asignarán mediante créditos o subsidios para los estudiantes de las Instituciones de Educación Superior estatales y privadas del país destinados al cubrimiento parcial de sus gastos de manutención de acuerdo con el instrumento de focalización que defina el Gobierno Nacional, priorizando a las poblaciones vulnerables.
CAPÍTULO V FINANCIACIÓN ESTATAL
ARTÍCULO 25. El gasto público social en educación debe incluir el financiamiento de las universidades estatales, garantizar el funcionamiento y la realización de su plan de inversiones.
ARTÍCULO 26. El Gobierno Nacional determinará conjuntamente con las universidades estatales y por ley ordinaria, un modelo de financiación que tenga en cuenta entre otros las siguientes pautas:
a. un incremento anual mínimo y permanente en pesos constantes de los presupuestos de rentas y gastos  e incrementos adicionales en función del crecimiento económico del país;
b. la variabilidad de  los costos universitarios en docencia e investigación;
c. la ampliación de cobertura de manera gradual;
d. la  reducción o exención, de  conformidad con las normas impositivas, de las cargas que en materia de impuestos deban asumir las universidades;
e. los requerimientos tecnológicos para el desarrollo de sus actividades misionales;
f. y  las necesidades de respaldo en proyectos de  inversión que tengan como objeto el mejoramiento de la calidad.
En todos los casos el modelo de financiamiento debe propugnar y preservar la excelencia académica en las universidades.
Referencias Bibliográficas:

ACDI/PNUD
“2.3 La educación: un propósito nacional y compromiso de todos” En. Repensar a Colombia: hacia un nuevo contrato social. Bogotá, 2006, pp. 152-171

Banco de la República

Bancoldex
La Bancarización en Colombia sigue Creciendo http://www.sevenoticias.com/sn/jo1515/index.php?option=com_content&view=article&id=487:la-bancarizacion-en-colombia-sigue-creciendo&catid=36:noticias&Itemid=54 


Barnett, Robert
Professorial challenge: the transformation of higher education in 21th century. Conferencia Cátedra Agustín Nieto Caballero. Bogotá, Nov. 2009

Becker, Gary S.
Capital Humano: Un análisis teórico y empírico referidos fundamentalmente a la educación.

Braz, Adelino
Bourdieu et la démocratisation de l´éducation.  Paris, Puf, 2011, 158p.

Brunner, José Joaquín
Calidad de la Educación: claves para el debate

Superintendencia de educación: fiscalizar o mejorar. En: El Mercurio. Santiago, 17.06.2007

Lenguaje del hogar, capital cultural y escuela En. Revista Pensamiento educativo, 46-47, 2010, 17-44

'La educación superior gratuita contribuye a la desigualdad'  Entrevista publicada en El Espectador. Bogotá, 18 de agosto 2012 El mismo argumento fue difundido en http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/educacion/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12136981.html

Carmona, E   (2012)
Chile: 39 años de neoliberalismo salvaje http://alainet.org/active/57858  http://viva.org.co/cajavirtual/svc0320/articulo16.html

Claude, Marcel (2011)
Educación pública es posible (la demanda estudiantil es justa y realista) En: El Periodista. Santiago, 9, 205, julio 2011, pp. 20-21

Contreras, Alejandra (2011)
Financiamiento para la educación superior en Chile. Crédito Ley 20.027. Santiago, pp. 143-150

Esping-Andersen, Gosta (2000)
Fundamentos sociales de las economías postindustriales. Barcelona, Ariel.

Espinosa A. Jaime (2011)
Umce: Capital simbólico. En: Hacia un movimiento pedagógico nacional. Docencia. Santiago, XVI, 43, julio, pp. 41-45

Gascón Muro, Patricia/ Cepeda, José (2008)
El mercado de créditos para la educación superior: pensar México desde Chile.  En: Reencuentro. México, UNAM-Xochimilco, 052, pp. 39-54

Giroux, Henry (1985)
Teorías de la reproducción y la resistencia en la nueva sociología de la educación: un análisis crítico.  En. Cuadernos políticos. Julio-diciembre 1985, 36-65

Gómez C. Victor/ Díaz, Claudia /Celis, Jorge (2009)
El Puente está quebrado: aportes a La reconstrucción de la educación media en Colombia. Bogotá. UNAL.

Heckman, James (2011)
“La pobreza es más que falta de educación.” Entrevista al premio Nobel de Economía 2000. El Tiempo. 06.03.2011

Ibáñez S., Sergio (2005)
El trabajo visto por jóvenes chilenos. Montevideo, Cinterfor.

ICETEX (2010)
Segunda medición de impacto del crédito educativo ACCES, en el acceso con Equidad, Permanencia, Desempeño Académico y Graduación en la Educación Superior en Colombbia2003-2008.

ICETEX  (2010) http://www.icetex.gov.co/DnnPro5/Portals/0/comunicaciones/revista_eyd/documentos/ EducacionyDesarrollo_2ED.pdf pág. 25


IESALC-UNESCO (2008)
Tendencias de la educación superior en América Latina y el Caribe. Bogotá, Panamericana, 409p

Martorell, Francisco (2011)
Explotó el modelo. En. El periodista. Santiago, 9, 207, septiembre, p.7

MEN
Plan Nacional Decenal de Educación 2006-2016: Un pacto social por la educación.  10 retos de la educación para el decenio

Misas, Gabriel (2002)
Calidad y rendimiento académico en Bogotá. En. Revista de Economía Institucional (UEC), Bogotá, 4,7, 2002, 167-173

Molina, C. /Alviar, M. (1995)
Gasto público en educación y distribución de los subsidios en Colombia. En. DNP: Revista de Planeación y desarrollo. Edición especial 35 años. 153-185

Picazo Verdejo, Inés
La metamorfosis de la regulación pública de la educación escolar en Chile: hacia un estado post-neoliberal. En. Revista Pensamiento educativo, 46-47, 2010, 63-91

Peña, Wilmar / Ramírez, José (2012)
Cultura Educación y Sociedad en tiempo de crisis desde la perspectiva de Pierre Bourdieu. Bogotá, UMNG, 124p.

Pérez M. Luis E. (2007)
Chile: entre el mercantilismo educativo y el derecho a la educación. En: Dejusticia-IDEP: seis ciudades, cuatro países, un derecho: análisis comparativo de política educativas. Bogotá pp. 261-311

Piedrahita, F. (2011)
Universidades con ánimo de lucro: historias tristes de otros países. En  Autonomía universitaria. Cali, 09/11, p. 10

PNUD (2002)
Capitulo 7: Mercado Laboral. En Índice de Desarrollo Humano para Colombia. Bogotá, 111-127


Ramírez, José (2010)
Cambios en las condiciones de la profesión docente y calidad de la educación en Colombia. Instituto Latinoamericano de altos Estudios ILAE. Análisis de conveniencia de la convocatoria ICFES-COLCIENCIAS, 15pp.

Tamura, Robert  (2000)
Capital humano, fecundidad y crecimiento económico. En. Economía y Sociedad Pp. 89-103

UNAL/UNIMEDIOS (2007a)
La acreditación en Colombia: una mirada desde la Universidad Nacional. (Claves para el debate público, No.5) Bogotá, UN, 23p
UNAL/UNIMEDIOS (2007b)
Ranking Universitario Nacional. (Claves para el debate público, No.7) Bogotá, UN, 16p
UNAL/UNIMEDIOS (2008a)
Estatuto Estudiantil. Camino a una Universidad Nacional Moderna (Claves para el debate público, No.13) Bogotá, UN, 24p
UNAL/UNIMEDIOS (2008b)
UN-SIMEGE Una mejor gestión para una educación superior de calidad. (Claves para el debate público, No.10) Bogotá, UN, 19p
UNAL/UNIMEDIOS (2009a)
Financiación en la Universidad Pública: soporte económico del quehacer académico e investigativo de la educación superior. (Claves para el debate público, No. 21) Bogotá, UN, 23p
UNAL/UNIMEDIOS (2009b)
Deserción Universitaria: un flagelo para la educación superior (Claves para el debate público, No. 27) Bogotá, UN, 23p

UNAL/UNIMEDIOS (2009c)
Universidad Publica desfinanciada. El futuro de la educación superior estatal en Colombia al borde del abismo. (Claves para el debate público, No. 29) Bogotá, UN, 23p

UNAL/UNIMEDIOS (2011a)
Claves frente a la reforma de la educación superior (Claves para el debate público, No. 45) Bogotá, UN, 20p

UNAL/UNIMEDIOS (2011b)
El egresado de la educación superior. El fruto de la gestión académica e investigativa de las universidades (Claves para el debate público, No. 47) Bogotá, UN, 24p

UNAL/UNIMEDIOS (2011c)
Futuro de la educación superior en Colombia: propuestas para construir la nueva reforma a la Ley 30, mas completa,  incluyente y con visión de futuro (Claves para el debate público, No. 51) Bogotá, UN, 24p

Universidad de Antioquia (2012)
Logros y aprendizajes 2002-2011 http://udea.edu.co Resumen en: Alma Mater. Medellín, 609, mayo 2012, p. 31

Universidad de Chile (2011)
Evaluación Interna Acreditación institucional de la Universidad de Chile. Resumen ejecutivo,

Thelot, Claude  (2007)
El aprendizaje de todos los estudiantes: principal compromiso de la escuela. Comisión para el debate sobre el futuro de la escuela. SEP México, 2007 Traducción 30 págs. Original en http://www.debatnational.education.fr/upload/static/lerapport/pourlareussite.pdf







[1] 

martes, 28 de febrero de 2012

Instituciones políticas sociales de educación y trabajo


3.1      Tema y planteamiento de la pregunta o problema de investigación
En la Colombia contemporánea es obligado estudiar la relación entre LA LIBERTAD DEL CAPITAL Y EL (des) ORDEN EN LA RELACION EDUCACION TRABAJO: deslaboralización, flexibilidad, empresarismo, precarización, productivismo, competencias, administrativismo, masificación de la educación, degradación de las calificaciones, como un examen sensato de la realidad dada entre 1980 y 2010.
Durante las tres décadas anteriores la sociedad colombiana experimento transformaciones profundas en las relaciones entre las esferas de la producción, la educación y la política que (des) articulan estos dos aspectos fundamentales de la vida social.
Las consecuencias que las crisis desestabilizadoras iniciadas años antes en el sistema internacional trajeron al modelo económico colombiano, prácticamente bloquearon todas las posibilidades de continuar alimentando lo que en idealización de los planificadores y visionarios de una sociedad industrial[1] según el modelo occidental, había pretendido y en cierta forma concretado realizarse en términos de un desarrollo reductor de la  brecha que colocaba a Colombia en la retaguardia de los estándares del progreso económico y social.
La década de los años setenta es significativa como colapso del predominio de la fracción industrial dentro del sector hegemónico, y su desplazamiento por parte de las visiones y estrategias del capital financiero, cuyas mejores expresiones fueron la aparición de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras ANIF, la entrada triunfal del sistema de poder adquisitivo constante UPAC, como hechos que no dejan de pasar desapercibidos en todos los análisis de la cancelación del Frente Nacional (1974), la aparición de nuevos movimientos revolucionarios, y en 1980 la expedición de una normatividad de la educación post secundaria, intentando enfrentar la consolidación de los procesos de urbanización y transformación estructural de la fuerza de trabajo con la entrada integral de la mujer en los sistemas educativo y laboral y la mayor participación del trabajo formal y urbano en la composición orgánica del trabajo.
Los últimos veinte años del siglo XX vieron sin embargo, primero como moda internacional pero luego como énfasis de los lideres y hacedores de política el surgimiento y adopción de la nueva “vulgata planetaria” de la reconversión del orden productivo, aquejado de las mismas restricciones que la brecha técnico científica le implicaban a una economía y sociedad colocada históricamente en la periferia del extremo occidente como bien definiera un autor la condición de muchas de las naciones latinoamericanas. Esta rara mezcla de ideologías de producción se acogió muy rápidamente en los discursos no solo de los nuevos dominantes de la esfera económica (la nueva élite financiera), sino que por diversas vías fue impregnando todos los léxicos de campos ajenos al de las especulaciones financieras. Incluso en el campo de la educación, pretendidamente ajeno dada su orientación a principios académicos, las visiones condicionadas por los principios gerenciales y mercantiles, poco a poco fueron abriéndose paso, marginando los principios académicos. A ello contribuyeron no solo los efectos de corrientes de pensamiento que venían de la economía de la educación, especialmente la teoría del capital humano, formulada por el premio nobel Gary Becker, que paso a ocupar un lugar monopólico en el plano de las decisiones de política pública de educación y en la continuidad que en los planes nacionales de desarrollo tenían los modelos de formación de recursos humanos propuestos por el Banco Mundial y el FMI.
Desde los años ochenta los principios de desregulación del pacto social capital trabajo construido y expresado en la legislación laboral, de seguridad y protección social y en derivación en la política educativa igualmente fueron llevados a la práctica en forma lenta pero inexorable. Las misiones y reformas laborales que desde mediados de los ochenta se ejecutaron en Colombia con asesoría de expertos internacionales (Chenery por ejemplo) fundamentaron la reforma laboral de 1990. En esencia el pacto social inacabado que auguraba una estabilización de una sociedad de clases modernas en Colombia se rompió en esa década, y a cambio de una “muerte súbita” el modelo de orden de producción industrial calificado fue mantenido con vida hasta el retiro del respirador artificial que representó el modelo de transición de la seguridad social, previsto para la primera parte de la década de 2010. Hoy se podría intentar incluso revisar desde las perspectivas de planificación de escenarios lo que hubiera ocurrido si en la encrucijada de política educativa y política de empleo de esos tiempos se hubiese tomado otro camino o al menos intentado mantener el que se traía desde mucho antes.




3.2    Marco teórico - marco conceptual - estado del arte

Entendemos las relaciones profesionales como relaciones capital-trabajo en su conjunto pero destacando como sus principales dimensiones la formación para el trabajo (política y práctica del sistema nacional de enseñanza) las relaciones laborales e industriales (en la teoría la institucionalización del derecho del trabajo, los sistemas de protección y seguridad social (trabajo infantil, sistema de salud y sistema pensional), todos los cuales están condensados en definiciones legalmente establecidas (a partir de la Constitución política por ejemplo), pero que al no agotarse en los elementos abstractos, se materializan en prácticas sociales bien sea de sometimiento, de desconocimiento o de movilización, que expresan definiciones y construcciones de representación socialmente dominantes, las cuales no necesariamente se subordinan a los principios regulativos (legalismos) que construye el Estado, y a los cuales por igual la investigación científica intenta acercarse explicativamente y en derivación de metodologías de intervención bien sea a favor o en oposición al estatus quo.

Consideramos que en una sociedad como la colombiana, el orden de la producción (y en consecuencia del consumo) se construyeron históricamente en una génesis tanto social como mental a las que podríamos denominar socio génesis de las relaciones capital trabajo Estado y psicogénesis del significado y papel del trabajo en las cosmovisiones y ethos de la nacionalidad y personalidad social nacionales.  Este es un expediente muy amplio y sobre el cual se han encargado de documentar las subdiciplinas de la historia empresarial, laboral y sindical principalmente, con aportes necesarios en la educación, la cultura y los hallazgos en corrientes de la psicología industrial, la historia de las ciencias y la ingeniería y la misma conformación del espacio nacional de ciencia y tecnología. 

Para un Estado nación que “celebra” el bicentenario de su nacimiento, la deconstrucción del significado incontrovertible del trabajo como fundamento del desarrollo y de la salida de su decimonónica ubicación en la retaguardia del ideal de progreso humano debería constituirse en una prioridad de sus políticas nacionales. Máxime cuando revisando el devenir de sus fuerzas productivas se halla rápidamente un conjunto de rasgos que bien pudieran reconocerse como particularidades incomparables en la formación de la sociedad, y en el conjunto de relaciones que al interior de ella se han dado entre los campos, sujetos y fuerzas que han definido casi irreversiblemente el lugar que ocupa Colombia en la división internacional del trabajo, y si este concepto ya no es aceptable en la configuración del mundo globalizado, que hoy vivimos.

Entre tales rasgos señalemos los siguientes:

Una condicionalidad geográfica que convirtió el territorio colombiano en un obligado lugar de tránsito en las migraciones y rutas de culturas (diversidad etnolingüística por ejemplo) y que desde la época colonial le hizo escenario de prácticas productivas y de creación de virtudes y competencias de naturaleza técnica, en la explotación de los recursos y por desgracia también en la instauración de regímenes de explotación desventajosa para las poblaciones nativas (desde el saqueo colonial de las minas, hasta el actual exterminio de sus riquezas de biodiversidad vegetal y animal).

Una peculiar capacidad de adaptación de las culturas laborales y de supervivencia y búsqueda de mejores oportunidades para desarrollar la vida que a cambio de permitir una fuerte presencia de grupos y culturas (obreras sobre todo) laborales  europeas, con el ethos específico que los flujos migratorios hicieron posible en otros escenarios de nuestro continente (México, Buenos Aires, Sao Paulo etc.) dio al ser colombiano una enorme fortaleza individual para superar las condiciones desfavorables de ocupación y empleo[2],  pero en contraste exacerbaron el individualismo y la incapacidad de actuar de manera efectiva colectivamente. 

La especial configuración de la cultura organizacional en el escenario nacional, como una “sinergia forzada” de las partes constitutivas de la misma: por una parte la cultura empresarial o las formas y modos de imaginar y hacer el mundo de la producción por parte de sus creadores de empresa, y por otra parte inexplicable aislada de la anterior la cultura laboral y obrera, quizás también sindical, aunque esta con un fuerte sometimiento a las particularidades de la cultura política colombiana. Una especial consecuencia de la forma que tomo este proceso específico es la demostrable inexistencia a lo largo de la historia sindical colombiana de la construcción cultural del “obrero industrial” como un ethos (actitudinal, identitario, psicosocial) favorable en la representación social positiva del significado de ser “trabajador” en oposición a ser “patrón” o ser “ejecutivo”, o en últimas “independiente” o “cuentapropista”.

Estos rasgos que podrían ser adicionados con aspectos variables de la etnología y la historia nacional (por ejemplo la historia de las luchas jamás hasta hoy resueltas por la tierra), la transición demográfica que hoy tiene lugar (1950-2050), las relaciones internacionales especialmente en los términos de intercambio, la globalización de la educación superior y la transformación de los mercados de trabajo, dan un complejo multideterminismo a las preguntas relacionadas con el presente y el futuro del trabajo en Colombia.

Muchas veces hemos citado por ejemplo que la planificación de la educación superior y post secundaria en Colombia presenta el vacio analítico de intentar planes decenales de formación de recursos de “capital humano” como política de Estado, sobre la hipótesis de que los empresarios tienen (lo que no ocurre en la práctica) respuesta a la pregunta sobre qué tipo de trabajador, o de cuadro calificado requieren en este momento, (y por ende como podrían proyectar los requerimientos).   También hemos advertido la inoperancia de los anacrónicos estudios nacionales, regionales y locales del mercado de trabajo (convertidos en una expresión determinista del ordenamiento jurídico-político y administrativo) para entender el funcionamiento de una fuerza laboral cada vez más precaria, evanescente, vuelta flexible y trashumante, que no solo por el proceso violento del destierro y desplazamiento, sino por las estrategias de movilidad  tanto dentro como también fuera del territorio nacional (unos ocho millones de colombianos en los dos procesos), constituyen realidades que distorsionan todos los pronósticos de la economía laboral, y se hacen imprescindibles en los análisis.

Por lo pronto hemos advertido de los graves fracasos de la transición neoliberal del sistema de protección social[3], y sobre la distorsión del significado del “politecnismo” como principio ideal de organización del sistema nacional de enseñanza para las ocupaciones[4],  pero dos décadas de acompañamiento a los sectores involucrados en esta dinámica (historiadores empresariales, redes de estudios del trabajo, organismos nacionales e internacionales de campo, movimientos laborales y sindicales, entidades nacionales de investigación, pedagogía y educación sindical, básica y superior) nos permiten conjugar los elementos e intentar hallar nuevas formas de dar respuesta y de intervenir en la realidad de las complejas disyuntivas de la movilización social y la acción colectiva para cambiar la distribución del monopolio en la orientación e imposición de las formas de hacer el orden de la producción en Colombia.

Las relaciones entre el sistema educativo y la existencia de oportunidades de inclusión para los grupos de jóvenes y población en edad de trabajar (PET)  constituye uno de los objetos de estudio multidisciplinar abordado desde las ciencias sociales y económicas, con teorías complementarias sobre el mercado de trabajo, la modernización empresarial, el cambio tecnológico, y en perspectivas convergentes que han venido siendo apoyadas desde diversos centros de pensamiento y entidades especializadas, A ese respecto en Colombia se pueden mencionar la RET (Red de estudios del trabajo), la Maestría en Sociología de la Educación (UPN), y en una perspectiva regional CINTERFOR (Centro Interamericano de Formación Profesional – Montevideo) .

Recientemente llama la atención la proyección que ha tomado la discusión al interior de las instituciones que orientan las políticas de educación y su intento de compaginación con las políticas del trabajo. En algunos sistemas educativos nacionales estas dos áreas de la política social están integradas (por ejemplo en Australia), mientras que también es apreciable el aporte de re conceptualización que autores como Alejandro Pellizari (Universidad de Friburgo) han sugerido para considerar los procesos de precarización (aspecto central de la realidad colombiana) conjuntamente con la flexibilización, la universalización de algunos niveles de la educación, o como el asesor del Ministerio de Educación de Francia Claude Thelot, quien ha desarrollado un modelo muy llamativo de soluciones flexibles de adecuación de las “salidas profesionales” que contrasta con las “rigideces” que aún revela la concepción y sobre todo la operación del modelo de profesionalización o ubicación ocupacional existente en Colombia.

La perspectiva utilizada por las entidades que fijan las políticas sociales de la educación y el mercado de trabajo en Colombia, adolecen de creatividad y no se han mostrado en la mayor parte de la historia de vida del país como adecuadas a las características de sus recursos y dentro de ellos como el más importante su potencial de trabajadores. Aunque no se puede generalizar a todos los espacios geográficos y administrativos, la situación puede decirse que ha mostrado como rasgo general discontinuidad y poca efectividad en la obtención de resultados. Prueba de ello son los desequilibrios que se expresan en la proporción de científicos, resultados de investigación y demás estándares que hoy se usan para comparación internacional sobre el nivel de desarrollo del potencial humano


3.3   Justificación en términos de necesidades del medio externo y pertinencia en  el marco institucional

               
Al ubicar el énfasis en la caracterización de la reconfiguración de la FORMACION para el trabajo en Colombia, se busca comprender  en su conjunto las inconsistencias principales que se revelan en la organización de la economía y política laboral como parte del modelo de desarrollo que está vigente, y a partir de la develación de sus más preocupantes consecuencias sobre el horizonte de la sociedad nacional. Adicionalmente,
sugerir algunas líneas de acción que puedan convertirse en iniciativas de acción colectiva por parte de las organizaciones y agentes del sector social.

Esta mirada implica tomar en cuenta los principales procesos de naturaleza demográfica, socioeconómica y política que afectan las relaciones entre la oferta y demanda de recursos de capital humano en la forma de fuerza laboral, en un contexto de dinamismo que supone la transformación cuantitativa y cualitativa del conjunto de las ocupaciones y competencias para utilizar adecuadamente los recursos productivos con que cuenta el territorio colombiano.

Los principales problemas que se abordan son de la siguiente naturaleza:

3.3.1        Cambios en la composición profesional de la fuerza de trabajo como aumentos de las exigencias de calificación en función de la reconversión productiva.
3.3.2        Cambios en la estructura demográfica con impacto en las oportunidades y condiciones de posibilidad para los accesos a los diversos niveles (ciclos) del sistema nacional de formación: bachilleres técnicos, normalistas, técnicos y tecnólogos, profesionales universitarios, ingenieros y doctores en el nivel de científicos e investigadores etc.
3.3.3        Capacidad de adecuación (política, financiera  y administrativa) de la organización de los diversos niveles del sistema educativo nacional, a las necesidades presentes y proyectadas del aparato productivo nacional.
3.3.4        Impacto de las tendencias de movilidad espacial (desplazamiento interno, migraciones laborales y educativas) en la optimización del equilibrio entre formación de capital humano y demanda de los mercados de trabajo.
3.3.5        Condiciones de posibilidad para garantizar un acceso exitoso a la formación superior y avanzada de sectores de la población tradicionalmente marginados del éxito escolar.
3.3.6        Formas de intervención del Estado y los sectores privados en la gestión y aseguramiento de calidad en la oferta de educación profesional.


3.4   Los objetivos

Se trata de un estudio de síntesis sobre las articulaciones de las dimensiones y planos del orden de la producción y la producción del orden en la Colombia que hemos vivido en la generación que transita del final del siglo XX y el inicio no solo cronológico sino biográfico del presente siglo. Esas dimensiones se pueden enumerar y predefinir de la siguiente manera:

  1. Formación para el trabajo: sistema nacional de enseñanza, origen social y distribución de los capitales culturales con reproducción de la estructura de desigualdad social acentuada. Legislación y política de educación vocacional y salidas profesionales.

  1. Relaciones profesionales como conjunto complejo de diversos niveles de  conflicto de intereses entre grupos de la sociedad (relaciones laborales + relaciones industriales + regímenes de protección social).

  1. Política social de educación y del trabajo. Estrategias de imposición y alternativas de modificación de las visiones dominantes del mundo y de la realidad propia y de organización de los sistemas educativo y laboral en función de la condición del Estado como forma de relaciones sociales.

Dado que estos procesos han venido desarrollándose en un espacio de tiempo relativamente reciente, tras la ruptura de las configuraciones de relaciones capital trabajo que podrían tipificarse como la versión colombiana del intento de adelantar un proceso de industrialización, ocurrida en las tres últimas décadas, la delimitación de este análisis se hará entre los antecedentes en los años 80 de las reformas neoliberales de la última década del siglo pasado y la coyuntura de desaparición completa de los elementos que aún subsistían del modelo de relaciones precedente.

3.5    Metodología propuesta

El plan de este proyecto incluirá las siguientes acciones puntuales:

·         3.5.1     Una revisión de literatura especializada específica a fin de discutir las preguntas de análisis propuestas.

·         3.5.2    Entrevistas con expertos en los aspectos puntuales que sean definidos: CINTERFOR Montevideo (Ernesto Abdala, Jaime Ramírez), IESALC-UNESCO Caracas,  OIT Regional Andina Lima, SENA Bogotá, Instituto de Estudios en Educación Universidad Nacional Bogotá.

·         3.5.3    Recopilación de datos obtenidos por organismos y bases especializadas UNESCO, IESALC/OIT, Ministerio de la Protección Social.

Principales categorías de información estadística (series y proyecciones) a recopilar

·         Composición demográfico laboral y socio educativa 1980-1990-2000-2010-2020

·         Distribuciones de la población en edad de trabajar (PET), económicamente activa (PEA), ocupada (PO), asalariada (POA), subestandar (subempleo-informalidad-invisibilidad, trabajo infantil) 1980-1990-2000-2010-2020

·         Distribuciones demográficas de la institucionalidad laboral (en la definición OIT del mercado del trabajo como oferta + demanda & instituciones laborales)  1980-1990-2000-2010-2020

·         Distribuciones socio educativas y del capital cultural: escolaridad, escolarización, cobertura por ciclos (básica, superior), por sectores (pública-privada) y en el sistema nacional de formación de modalidades de salidas profesionales o profesionalizantes.
·         1980-1990-2000-2010-2020

·         Distribuciones de calidad de empleo (conceptos de trabajo decente-protegido) tanto en una perspectiva de conjunto con fundamento en indicadores de estabilidad laboral, protección social, como en análisis de caso para profesiones o sectores de ocupación;  para lo cual se sugieren tres grandes mercados como por ejemplo uno industrial, uno en los sectores de servicios (como salud, educación, financiero) y uno en uno de los mercados emergentes (comunicaciones, recreación-turismo, drogas ilícitas), dentro de los cuales también sea posible contrastar los ámbitos público-privado. 1980-2020.

·         Distribuciones de la seguridad social y su cobertura como indicador de la forma en que se acuerda, ejecuta y reproducen las condiciones de instauración del régimen de acumulación. (población cubierta, estatuto de protección, inclusión-exclusión etc.) También en la comparación interperíodos 1980-1990-2000-2010-2020  


·         3.5.4.   Elaboración de tabulaciones, comparaciones y proyecciones parciales a partir de las fuentes consultadas.

Si bien las series históricas sobre los principales indicadores a precisar se sabe han sido levantadas como parte de la “estadística centralizada” por el Estado y adolecen por lo tanto de un sesgo “descriptivo”, se tendrá especial cuidado en superar el momento descriptivo de la información cuantitativa e intentar proponer una reelaboración comprensiva de los datos, tomando distancia con los supuestos e intencionalidades con que son elaborados, o contrastando la validez y objetividad de los mismos desde otras diversas perspectivas de recopilación y uso. [5]

3.5.5  Integración de los cuatro componentes anteriores.  Esta síntesis podrá requerir igualmente la realización de algunos encuentros de discusión de los resultados de la recopilación cuantitativa, a la manera de grupos focales o talleres de seguimiento, a fin de revisar en lo posible con un procedimiento de triangulación de fuentes (disciplinar o sectorialmente), o asumir de manera simple el recurso práctico de compartir con lectores especializados la revisión de los capítulos con que se organice la exposición de los resultados del trabajo.



[1]              Este proyecto de sociedad  industrial venía de la primera república liberal, era la apuesta de la Andi, en cierta forma de la plataforma económica de las reformas constitucionales de 1936 a 1968, de los cafeteros, de las escuelas de ingeniería y los incipientes llamados a un desarrollo científico tecnológico nacional,  y significó la existencia de “capitanes de industria” como mentalidad de empresarios dispuestos al riesgo de crear fábricas y ampliar la base productiva. Era un espacio en el que no cabía del todo la especulación, en el cual se intentó consolidar una ética del trabajo y adicionalmente se fijaron las bases de un pacto social entre capital y trabajo (derecho del trabajo, Código Sustantivo, Seguridad Social, SENA, INEM, Radio Sutantenza, INCORA) etc. Aún dentro de un modelo imitativo de desarrollo que veía indistintamente a Estados Unidos, luego a Japón, luego a Brasil o España y finalmente a los Tigres asiáticos como referentes de ordenamientos sociales capaces de superar el atraso y potenciar la capacidad de generar empleo productivo, desarrollar la ciencia y la técnica, exportar bienes de capital, y satisfacer las necesidades del desarrollo humano.
[2]              Sobre el éxito de los colombianos en el sueño americano ver por ejemplo. http://pewhispanic.org/files/reports/96.pdf
[3]              Cárdenas, Miguel Eduardo: Justicia pensional y neoliberalismo: un estudio de caso sobre la relación derecho y economía". Bogotá, 2004
[4]              http://www.icesi.edu.co/ret/resumen84.html
[5]              Siguiendo una perspectiva de aclarar mediante el socio análisis  los usos de las estadística, como propone el libro Desrósieres, Alain “La política de los grandes números, Historia de la razón estadística”. Madrid, Melusina, 2006. http://www.madrimasd.org/blogs/salud_publica/2007/06/29/68972