miércoles, 26 de septiembre de 2012

UNIVERSIDAD DE MASAS / UNIVERSIDAD DE MERCADO: en las LUCHAS NACIONALES POR LA EDUCACION SUPERIOR PUBLICA



José Ernesto Ramírez

Esta ponencia hace una revisión de los procesos económicos, políticos y sus derivaciones en el campo del crédito educativo, que se han dado en Chile y Colombia discutiendo las rutas y costos de oportunidad de las formas de movilidad social, la inequidad de las condiciones de acceso y permanencia en la educación superior y las consecuencias en la distribución social del capital cultural, con la intensión de derivar algunas conclusiones y perspectivas.
El trasfondo de un análisis sobre educación, sociedad y mercado es la evolución de los gastos. En cualquier ordenamiento social esta relación opone el gasto público y el gasto privado. Desde que los Estados modernos entendieron el impacto de la educación en la contención de la diversidad social, se esforzaron por dotarse de modelos accesibles a las disciplinas, promotor de la movilidad social ascendente y instrumental a los proyectos de soberanía, nación y modernización. Hace 30 años los países de la OCDE gastaban en educación oficial casi 5% del PIB, mientras en Colombia no llegaba al 3%, debajo del promedio de 3,5% para los países calificados de bajo desarrollo humano. (Molina, 1995). En el caso colombiano se afirma que históricamente el gasto público oscilo de moderado a precario exagerando la validez de la hipótesis que afirma que las grandes realizaciones individuales de los colombianos más reconocidos son resultado de estrategias personales que muy poco reflejan la solidez de su educación.  Esta falla se agrava en términos de inequidad puesto que el acceso es comparativamente discriminatorio cuando solo el 3% de los ingresantes a las i.e.s. provienen del quintil 1, versus el 44,5% del quintil 5.
En  Colombia durante la década de los años noventa se presentó un incremento notorio en la apertura de programas de pregrado y en la creación de i.e.s.  La creciente oferta de programas, puede explicarse en función de lógicas demográficas, culturales, laborales y mercantiles, que reunidas en un conjunto dinámico dan sentido a la contradictoria afirmación de un modelo de “universidad de masas”.    El financiamiento de la Universidad Pública en Colombia se da mediante aportes a la oferta y subsidios a la demanda. Entre los primeros los aportes del presupuesto general de la nación y/o de las entidades territoriales, la generación de recursos propios, los recursos provenientes de estampillas pro universidad y los proyectos de fomento.  Entre los segundos el crédito educativo ofrecido por el ICETEX y  por entidades cooperativas y financieras, y el otorgamiento de subsidios de sostenimiento por la permanencia en el sistema.  La expansión de este mecanismo ha significado trasladar una parte importante de la población en este ciclo a la condición de sujetos de crédito. En el caso específico del ICETEX se pasó de financiar al 9% en 2002 a 19% en 2010. La cobertura mediante condonaciones parciales del crédito para poblaciones focalizadas cubrió a 92.831 estudiantes con Sisben 1 o 2. Permitiendo tambien la proliferación de i.e.s. En 2008 se hallaban registradas 279 con una matrícula de 1.300.000 estudiantes.   (UNAL-UNIMEDIOS , 2011a.) EL porcentaje de créditos colocados para personas de SISBEN 1 y 2 se esperaba creciera del 41.7% al 50% entre 2006 y 2010.
.D1 Matricula por modalidad, y participación del crédito educativo en la financiación.
 Matrícula
   2009
   2010
% en 2010
 Con ICETEX
%(2)
Con otros créditos
 Técnica
  185.322
  93.014
 5.55%
s.i. 

s.i 
 Tecnológica
  297.183
  449.344
 26.83%
s.i. 

s.i 
 Universitaria
  1.011.021
   1.045.570
 62.44%


13,2 

s.i 
 Especialización
    54.904
     60.358
 3.60%


 Maestría
      20.386
     23.808
 1.42%


 Doctorado
        1.631
         2.326
 0.13%


Total
1.570.447
 1.674.420
100% 
  318.000
19%

Fuente:SNIES.http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=281&Itemid=88
(2) http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=303:bien-en-cobertura-regular-en-calidad&catid=2:informe-especial

La experiencia de la relación entre el sistema educativo y el modelo económico en Chile suele ser estudiada apelando a una clara periodización que marca el sentido de las transiciones.  Antes de 1973, durante la dictadura militar hasta 1988, y el periodo político conocido como concertación hasta el presente.
En el primer período descrito por algunos autores como Estado Docente dentro de un rumbo trazado en la Constitución de 1925, y apoyado por el consenso social se mantuvo un papel central del Estado, como empleador del magisterio, orientador y controlador del sistema educativo. Un sistema centralizado de administración, intentando ejercer una función democratizadora. Aún así para 1969 3 de cada 10 familias sufrían la condición de necesidades básicas insatisfechas.
El golpe militar de 1973 demoró seis años en reformar las políticas educativas que venían de medio siglo atrás. Se asume que “realizar la educación secundaria o universitaria se considera una situación excepcional para la juventud” (Picazo, 2010). Se establece que quien quiera gozar de este privilegio debera pagar o reembolsar sus costos a la comunidad nacional.  Se pone fin al monopolio público de expandir el sistema, y se alienta al sector privado a hacerlo.  La municipalización de la educación dividirá a los actores sociales.
En los jovenes urbanos populares las tasas de desocupación al final de la dictadura llegaban al 50%. Para 1988 cerca del 50% de las familias del gran Santiago no contaba con el ingreso necesario para satisfacer las necesidades básicas. El plebiscito de octubre de ese año y la recuperación del sistema político basado en elecciones libres, unidos a un crecimiento económico reproducido dentro de lo que se ha llamado “Estado postneoliberal” (Picazo, 2010) hicieron posible hacia 1998 recortar la incidencia de pobreza al 21,7%. (Ibañez, 2005).
Intentar reconocer las condiciones dentro de las cuales se hizo posible el modelo colombiano de educación superior, como de mercado, y apreciar prospectiva y referencialmente su  probable evolución en los proximos años constituye un objeto prioritario de análisis para el cual se proponen como referentes conceptuales los ejemplos históricos de la “masificación” de la educación superior, bajo lógicas tan diferentes como las recogidas en discursos tan opuestos como los del “estado docente”, el tratado internacional de servicios educativos, y  la Universidad pública gratuita. (Brunner, 2012)
Entre las influencias que se puede identifcar en la construcción del campo educativo en Colombia, se puede mencionar en primer termino el impacto de los modelos trasplantados a lo largo de su historia.  Esta tendencia lleva asociada la carencia de originalidad en la definición sobre que tipo de universidad era la mas conveniente en el corto, mediano y largo plazo.  
Desde sus inicios El Estado colombiano estructuró como resultado de acuerdos políticos, con exigua ingerencia de los actores sociales el modelo de educación superior, siendo esta una característica que hace algo diferente la naturaleza del antecedente cultural, en lo que tiene que ver con la autonomía del campo vista no solo como la ocupación de posiciones (autonomía posicional) sino tambien en lo que tiene que ver con la autonomía decisional entendida como los principios desde los cuales se fundamentan las decisiones que afectan la construcción jurídica del campo.
Los “police makers” de la educación superior colombiana procedieron regularmente de tres grandes tradiciones. Comunidades religiosas inspiradas en la intensión confesional de la búsqueda racional del saber, la adaptación de la herencia cultural de occidente y la reproducción y extensión de la presencia misional y comunitaria de sus respectivas escolasticas.  Algunas de ellas venían de la etapa colonial, y por la misma incapacidad del Estado de asegurar una estructura pública fuerte, aprovecharon los vacios de la expansión hacia campos del conocimiento en los que se concentraron. Una segunda tradición importante la constituyen diversos arreglos políticos- mediaticos y culturales que en cierta forma respondieron a la intromisión religiosa en la educación superior desde un discurso profano, ideológicamente liberal pero pragmaticamente conservador. El campo de la educación superior se trazó entonces con al menos tres tipos de delineación.  La oposición público-privado, la oposición religioso-laica, la oposición reflexiva (científica) pragmática (en función de la demanda)
Al rastrear la aparición de las presiones hacia la masificación de la educación de tercer ciclo, se puede concluir que guardadas proporciones y ostensibles diferencias en las instituciones jurídico políticas Colombia ha replicado alguna,s de las groseras fallas de fábrica de “la mala educación de la casa rica en el barrio pobre”, en una periodización que implicaría respecto la situación actual separar lo anterior a las grandes reformas de 1980 y 1992, el escenario de crecimiento y subordinación de la autonomía del campo a los principios y posicionamiento de agentes provenientes de y formados en, discursos gerenciales, de la calidad y de la competitividad (el presente), y la coyuntura en la que se halla sistemicamente agrietado el horizonte de sentido sobre lo que representa para el estudiantado en todos los niveles, frente a los instrumentalismos de la internacionalización, el libre comercio de servicios educativos y la cada vez mayor financiarización por crédito educativo de la “formación de capital humano”, todas estas propiedades reunidas en una carrera sin sentido hacia la expansión a porcentajes mayoritarios de la tasa de escolaridad en el ciclo terciario.
 La configuración nacional de los mecanismos de financiamiento de la educación superior, ha sido igualmente el resultado de las luchas intrasocietales por imposición de visiones de la cultura, la ciencia y el interes nacional. Es por eso que son aplicadas de manera indistinta y en diversas combinaciones. El siguiente cuadro refleja los tipos de configuración y su casuística reconocida:
D2  Cuatro modelos combinables de financiación de la universidad
Modalidad
Tendencia y procedimiento
Casos relevantes
Financiamiento público directo
Presupuesto estatal regular
Argentina, México, Brasil
Financiamiento público con base en objetivos de política
Fondos transitorios
Venezuela, Chile (MECESUP), Argentina (FOMEC) México (FOMES) Brasil (PROUNI)
Financiamiento privado
Arancel tanto en privadas como Estatales. Donaciones
Chile
Modelo Mixto
Estatal fijo y/o transitorio, privado por arancel y por donaciones
Chile, Perú,
Fuente: IESALC (2008)
La tendencia hacia la financiarización de la educación superior ha sido la mas común solución a la expansión de la demanda, y según IESALC (2008, 390) “se ha ido imponiendo en forma progresiva con una gestión basada fundamentalmente en criterios financieros y destinados a generar una competencia basada en la buena infraestructura y facilidades” .
Pero al mismo tiempo que los regimenes nacionales de acumulación para paises de latinoamerica son trazados y comprometen la acción social para alcanzar metas de incremento del PIB per cápita, y asi mismo viven un cambio significativo en la demanda por educación superior, se ven enfrentados a la incoherencia entre aumentos –muy limitados- en el gasto público en educación, en tanto pierde participación y se debilita el gasto público por estudiante como % del PIB per capita dada la fuerte presión expansionista  y la ausencia de voluntad política para cambiar tal decrecimiento.

D3: Porcentajes de matrícula pública en Educación Superior
Pais/Año referencia
1985|
2005
Colombia
10.9
29.3
Chile
15.6
47.8
Latinoamerica
7.2
31.3
Fuente: IESALC-UNESCO (2008, pág. 386)
D4: Gasto público total en educación y por estudiante de la educación superior

Gasto público en educación (%PIB)
Gasto público por estudiante ed. Sup. (% PIB per capital)
Colombia
2.8
4.8
49.4
24.6
Chile
3.8
3.5
37.1
25.8
Latinoamerica
3.9
4.8
47.8
32.4
Mundial
5.0
5.0
39.43
6.3
Fuente: IESALC-UNESCO (2008, pág. 396)

Tendencias y antecedentes de la masificación de las Universidades como resultado de luchas sociales.

Paises con sistemas de educación superior consolidados en las primeras revoluciones industriales,  vivieron luchas que no solo originaron pactos sociales capital trabajo, algunos de los cuales subsisten o se han adaptado mejor al presente , sino tambien tuvieron en decadas anteriores procesos de expansión de la educación superior comparables a los de las “nuevas economías emergentes” un calificativo que suele emplearse para calificar el “exitoso” recorrido de las naciones ahora arrojadas al ciclo minero exportador de arrasamiento.
Karl Maton (Ramirez/Peña, 2012) explica como en el caso de Inglaterra, la década de los sesenta vivio la aparición de 8 grandes universidades estatales, legitimadas por haber sido diseñadas “a la medida de las necesidades de los nuevos estudiantes”, característica esta que implicó tanto el aislamiento (universidades campestres)  como el pleno ejercicio de la autonomía, experimento que a pesar de ser pensado como punto de origen de cambios socio-políticos y económicos de gran magnitud, se redujo debido a las refracciones en el principio de autonomía encarnado, en el cual ante la misma ausencia de expresiones políticas externas, se agotaron en “un conjunto de problemas especificamente educativos con soluciones tambien especificamente educativas”. En su conclusión al definir el esquema analitico de la doble dimensionalidad de autonomías posicional y decisional subraya como dentro del discurso dominante de política educativa  ”la noción de objetivos sociales y económicos ha sido reemplazada por una visión utilitarista de la educación superior como un instrumento para lograr resultados politicamente deseables, especialmente de ampliación del acceso social y de convergencia entre la contratación percibida y el aprendizaje permanente de las demandas generadas por la nueva economía del conocimiento cambiante y globalizante” (pp102)

LAS UNIVERSIDADES DE MASAS, LOS NUEVOS ESTUDIANTES Y LA AUTONOMIA DE LA EDUCACION
Sobre las cuatro grandes universidades del SUE está concentrado el esfuerzo principal de masificación solidaria de la oferta de educación superior en Colombia.
D5 TENDENCIAS DE CRECIMIENTO DE LAS i.e.s. PUBLICAS COLOMBIANAS
INDICADOR
1992
2007
Crecimiento
Estudiantes matriculados Universidades Públicas (32)
200.000
494.937
145%+
Cobertura
52% (1999)
70%
18%+
Fuente: UNAL-UNIMEDIOS 2011c

Este crecimiento igualmente significo en la década 2000-2010 concentrar una mayor participación en la matrícula total, al mismo tiempo que se mantuvo la magnitud relativa de cobertura financiera pública, por lo que se suele afirmar que las i.e.s. públicas agudizaron su situación de penuria, sin poder realizar inversiones, dedicando el grueso de sus recursos al gasto administrativo, recortando significativamente la investigación, el incremento de las plantas docentes, su mejoramiento, y la prestación de servicios dentro de los estandares internacionales.


D6 Distribución matrícula y tasas promedio de variación 2000-2010 en Colombia.
 Matrícula
 2000-1
 2000-2
% en 2000
Tasa promedio
2010
% en 2010 
IES públicas
 336.391
 342.276
  37.06%
10,77+
   927.295
 55.38%
IES privadas
 597.694
 581.228
  62.94%
2,49+
   747.125
44.62%
Total
 934.085
 923.504
   100%

 1.674.420
 100%
Variación % frente  al periodo anterior 
 -1.13%


     6.62% 

Fuente SNIES En: http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&task=view&id=279&Itemid=91

Los aspectos críticos del modelo colombiano han sido identificados reiterativamente en los años recientes (UNAL UNIMEDIOS, 2011c):
·         “Según UNESCO en el 2009 la tasa de matrícula en Australia era del 82%, en USA del 86%, en Japón y Reino Unido en 59% y en Francia en 55%. Entre tanto en Colombia este indicador se úbica en 35% lo que deja por fuera de cualquier posibilidad de aprendizaje en el nivel terciario al restante 65%”
·         “El principal problema de la educación superior del país, es la desigualdad, entendida como la ausencia o escasez de oportunidades para determinados grupos sociales de ingreso, raza y etnia, como en la calidad desigual de la educación recibida, y sus efectos en la distribución del ingreso, el estatus y el poder en la sociedad”
·         “En Bogotá, se presenta un flujo anual de 200 mil personas en busca de cupos en la educación terciaria, predominando proveniencia social de viviendas en los estratos 2 y 3. Se conforman por 80 mil estudiantes que se graduan en colegios locales y 120 mil que llegan de otros lugares del país. Como respuesta a esta demanda la urbe ofrece apenas 15 mil cupos en este nivel, incluyendo el acumulado entre ESAP, UdeCundinamarca, UMNG, UD, UPN y UNAL”
·         “Los jovenes de estratos bajos no pueden estar por lo general 5 años en la universidad. Del total de cupos en Bogotá, 14 mil son para carreras de mas de ocho semestres. Esto implica que la mayoría de los ingresantes provenientes de esos estratos, ni siquiera acceden porque no pueden permanecer por falta de recursos” (UNAL-UNIMEDIOS)
En medio de este panorama la estrategia de crecimiento de la cobertura de la demanda ha sido apoyada dentro del plan decenal 2006-2016 en mecanismos como la agregación estadística –mas no creible- de los estudiantes del SENA, la proliferación de Centros Regionales de Educación Superior, como modo de hacer presencia en las ciudades intermedias a fin de retener la migración por demanda, la expansión de la educación abierta a distancia, de muy dudosa calidad por la precariedad con que se realiza, y el crédito educativo, que no solo se promueve como tabla de salvación sino como política con exitosa asimilación.
“El crédito educativo es un instrumento indispensable para el acceso a la educación superior de los jóvenes colombianos. El 68,7% De los beneficiarios del crédito ACCES asegura que en caso de no haber sido beneficiados con el crédito no habrían podido estudiar. Para estos la razón básica es la escasez de recursos económicos y la imposibilidad de acceder a fuentes alternas de financiación de los gastos educativos”. (ICETEX, 2010)

Los últimos gobiernos han alimentado la propuesta de atraer la inversión privada para aumentar el acceso, la presencia y la graduación, en el sistema de Educación Superior. La inversión privada con animo de lucro pregonada por los mercaderes a cargo del MEN se convertiría en el antídoto a situaciones como los  aprox. 3 millones de bachilleres que entre 2000 y 2010 no ingresaron o ingresaron pero el algún momento desertaron. (Piedrahita, 2011)


HAY OTRA EDUCACION PUBLICA (Y OTRO MUNDO) POSIBLE
La refondation de l´ education
Consiste plus à reduire les inégalités,
en élaborant des stratégies distinctes
et appropriées au public a qui elle s´adresse,
qu´ a attribué au système scolaire la tâche de résoudre
a elle seule le problème de la démocratisation sociale ( Braz,2011)

Las locomotoras mineras están haciendo posible que las elites económicas de los países emergentes y “!neo liberados” de América vean con relativa accequibilidad la meta de igualar el gasto público en educación de los países desarrollados. En el caso de Chile se estima que pasar del actual 4% al nivel medio del 7% requeriría unos siete mil millones de dólares por año, que equivalen al 23% de las utilidades mineras.
Sin embargo esta posibilidad encubre dos dinámicas que es preciso examinar ya que se encuentran estrechamente relacionadas.
De una parte resulta contradictorio que antes de la transformación educativa de la dictadura el sistema público de educación estaba funcionando sin aranceles para acceder en cualquiera de sus niveles.  Desde entonces las exportaciones de cobre han aumentado 80 veces, elevando el PIB percapita un 700%.  Lo que explica la financiarización de la educación no es precisamente el incremento de la demanda. Chile paso de 2.3 millones de alumnos a 4.5 en cuarenta años. La explicación de economía política es una parte de la respuesta: Hay una inversión extranjera equivalente al 70% del PIB, a diferencia del promedio mundial del 30%. Las cuatro familias mas poderosas incrementan su riqueza en mas de 16 mil millones de dólares en un año, mientras las familias de los estudiantes chilenos se han reventado a causa de los altos costos y deudas impagables dentro del modelo de privatización heredado de, y no modificado después de, la transición en los gobiernos de concertación.  
 En Chile lo que está ocurriendo hoy en un despertar social ciudadano, liderado por los estudiantes, de carácter nacional, inspirado por un profundo desprecio a la clase política, los partidos, el Congreso, los militares, la Iglesia, los grandes medios y casi todos los factores del poder, según lo demuestran las encuestas. Las elecciones municipales del 28 de octubre de 2012 revelarán cuáles serán los efectos de la medida desesperada por salvar al sistema de cúpulas políticas incorporando 5 millones de electores jóvenes al juego político, con “inscripción automática” a los 18 años y “voto voluntario”, sin castigos pecuniarios para quienes no concurran a las urnas (Carmona, 2012)[2].
Lo que se está vislumbrando a partir de la movilización estudiantil de los años recientes es interesante desde el punto de vista del cambio cultural político que se ha canalizado en las luchas por democratización de la educación. Nuevos liderazgos, nuevos estilos y consignas en las movilizaciones, cambios éticos e incluso simbólicos que merecen atención y pueden igual ofrecer proyección para los movimientos pedagógicos, estudiantiles y la construcción de capital militante.
D7: LA EDUCACION DE COLOMBIA VA PARA DONDE LA DE CHILE VIENE DE REGRESO

Universidad de Chile
Universidad Nacional
Universidad de Antioquia
Estudiantes pregrado
25.952
38.000
38.640 / 5034 en sedes regionales (pregrados)
Estudiantes posgrado
8.665
8.000
Docentes planta
1292 (42%)
3.000
1336
% Recursos Públicos


Aprox 77% (2011)
Composición Social estudiantado


42% E3, 41% E2,
Visibilidad


37º. SCImago (2011)




Fuentes:  UChile, 2011 ; U Nacional,         UdeAntioquia, 2012  (cálculos del autor)

FORMAS DE CAPITAL MILITANTE EN LOS NUEVOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS:
Gabriel Misas (2002), ha propuesto a partir de una crítica al reduccionismo económico en el análisis de los modelos educativos, abrir la perspectiva a distinguir los procesos –bastante heterónomos- de educación, aprendizaje y evaluación utilizando la demarcación de tres canales de trasmisión de conocimiento: el capital cultural heredado y los códigos sociolingüísticos. Utilizando el primero de estos conceptos explica un factor de profunda trascendencia para la trasmisión intergeneracional de la representación social del valor de la educación.
“La educación media y primaria fue una educación para las capas medias de la población hasta los años cincuenta y sesenta. Luego aumentaron, gracias a la acción del Estado, los gastos en educación entre los años setenta y 2000, primero en la educación primaria y luego en la educación secundaria. Entonces ¿Qué está pasando con las nuevas cohortes de 1998 en adelante?. A la educación secundaria están entrando estudiantes que son los primeros, en toda su historia familiar, que superan la educación primaria. En consecuencia, esos estudiantes tienen códigos sociolingüísticos muy diferentes –menor capital escolar- a los de la vieja tradición de los colegios; por ejemplo, los colegios públicos de Bogotá que eran para capas medias altamente escolarizadas en los años cincuenta”.
Desde esta perspectiva el capital cultural con el cual cohorte tras cohorte, generación tras generación se accede a ciclos cada vez más “popularizados” de la pirámide educativa se constituye en una clave explicativa de las formas que adoptan las luchas sociales en el escenario del campo educativo.
Esta apreciación se puede corroborar al comparar el gasto educativo de las familias a lo largo del tiempo. Un estudio sobre gastos y subsidios a la educación revelaría como se incrementa la dotación familiar de las categorías políticas de percepción que están en la base de la transición de prácticas de imitación y/o de frustración a tipos de consciencia social y política.
Voy a proponer un segundo ejemplo, esta vez sobre el significado del trabajo, y por ende de la formación que se requiere para ocuparse.  Un trabajo utilizando la teoría de Moscovici para caracterizar el entronque entre las representaciones del trabajo-por una parte- y la representación de lo juvenil –en la otra- sugiere para el caso Chileno “una diferencia sustantiva entre los jóvenes urbano populares de los setenta y de los noventa… (donde) ha quedado de manifiesto que para una parte importante de esta juventud, la moratoria comienza a ser un hecho cierto y  -concomitante con aquello- puede hablarse de una juventud en el amplio sentido de la palabra” (Ibáñez, 2005).

EL SALVAVIDAS CREDITICIO: ESTUDIE CINCO AÑOS Y RETRIBUYA DURANTE LA VIDA LABORAL

Gary Becker creó con la teoría del capital humano (años sesenta), el soporte mas enraizado en las concepciones de masificación privada o mixta de la educación superior. El principio de las diferencias individuales de aptitudes y productividad como determinante de las diferencias de retribución, ha servido para instaurar el modelo rentabilista de la inversión en educación tanto a nivel micro (la economía doméstica familiar) como en el agregado de la productividad y competitividad de las naciones. Sus postulados básicos hablan de decisiones racionales de obligada orientación a invertir en aptitudes, para así aumentar la productividad, inversión hecha mas atractiva en tanto mayor sea el período de recuperación rentística de la inversión. Creería que la mejor asimilación de su doctrina esta dada en la celebre aporía: “Si cree que la educación es cara, pregunte cuanto cuesta la ignorancia”…. En nuestra cultura se complementó con la reiterada generalización de la creencia “ Si no puede dejar otra cosa, al menos de a sus herederos mejor educación que la suya”.  Esta teoría hegemónica desde entonces acompaño la expansión de la enseñanza universal obligatoria (Esping-Andersen, 2000). A pesar de no ser un objeto tratable en este espacio, cabe mencionar que como tal, esta teoría a pesar de su inconsistencia al momento de validarla frente a la cuestión de las desventajas heredadas (Giroux, 1995) subsistirá hasta el presente o se ha buscado adaptarla.
La implantación de teorías de calidad también arrancó en la década de los años noventa. El gerencialismo subordinó la autonomía discursiva de la dirección académica a los principios originados en el campo de la administración de empresas. Las universidades y centros de producción de conocimiento en materia de pedagogía y educación fracasaron en su misión de formar cuadros de alto nivel encargados de dirigir sistémicamente el campo educativo y mantener su autonomía.
Pero no fue menor el impacto que la ideología del capital humano, traducida en lógicas de inversión-rentabilidad produjeron en la transformación mercantil (oferta en función de la demanda) y financiera (todos los interesados en invertir en aptitudes y capital cultural adquirido lo podrán hacer gracias las enormes facilidades crediticias).
Del momento en que se hacen proliferantes los programas de postgraduación en educación (administración educativa, gerencia en Educación y similares) al de expansión e institucionalización de los jugadores prestamistas en el campo hay unos hilos de tiempo y relación muy cortos.
Las modalidades de crédito educativo en Chile fueron justificadas por al menos 4 razones (Contreras, 2011):

                                                               i.      Permiten incorporar recursos privados en el financiamiento de la educación superior.
                                                              ii.      Subsanan el problema de inequidad ex post, presente en los sistemas de gratuidad de la educación superior, evitando que las personas de más bajos ingresos subsidien, a través de sus impuestos, a quienes obtendrán los más altos ingresos dentro del país.
                                                            iii.      Los créditos contingentes al ingreso permiten reducir la aversión al riesgo de las personas al decidir su inversión en educación.
                                      iv.    Incentivan un mejor rendimiento académico de los alumnos y un término más rápido de sus carreras, porque son más conscientes del costo de los estudios.

A estas razones se agrega la deliberada estrategia de definir un sistema de crédito estudiantil para que los profesionales paguen su deuda con los mayores ingresos obtenidos a raíz de su educación superior. (Gascon y Cepeda, 2008)

El acondicionamiento de los instrumentos de financiarización de la educación superior tanto en Chile (a partir de 1973) como en Colombia ( siguieron un ciclo expansivo bajo la lógica de la privatización. Entre 1982 y 1990 el incremento del mercado de crédito permitió una disminución del 47% en el gasto del Estado en la educación superior. Las instituciones financieras del sistema crediticio son en orden de surgimiento: El Fondo Solidario de Crédito Universitario FSCU. El crédito CORFO, el crédito con garantía del Estado y de las i.e.s. más conocido como crédito Ley 20.027 y los créditos de la banca privada  Los plazos pueden extenderse a 20 años en algunas modalidades.

Al analizar el comportamiento reciente se destaca como entre 2006 y 2008 se operó una importante transición. En 2006,  subsistían alumnos del quinto quintil de ingreso, que en su mayoría estaban en universidades del CRUCH; desde 2007 no existen alumnos del último quintil, por tanto las instituciones del CRUCH tienen una menor participación relativa. Otro
aspecto destacable es cómo esta diferencia de asignación socioeconómica marca notoriamente la participación de los institutos profesionales (IP) y de los centros de formación técnica (CFT). El crecimiento 2006 y 2007  es muy intenso  conforme el direccionamiento focalizado en los jóvenes más pobres.

 D8 Distribución de alumnos beneficiados por quintil de ingreso 2006-2008

La construcción de un complejo abanico de mecanismos de crédito educativo para tercer ciclo en Colombia ocurrió en un ciclo posterior al de Chile. Datos del organismo estatal de estadística, establecen  para el año 2010, un Universo de 8,4 millones jóvenes entre los 15 y los 24 años de edad. Es decir el 19% de los 45,5 millones de colombianos,  De éstos, 4.7 millones son bachilleres y de ellos, el 32% se encuentra matriculado en educación superior. (ICETEX, 2011) A su vez datos del Banco Mundial (BM), señalan que entre el año 2002 y 2008 la matrícula en educación superior creció 51%.  La lógica que comanda la argumentación a favor de la expansión del crédito educativo señala que por el impulso sin precedentes de concesión de créditos del ICETEX, tiene un efector multiplicador de inclusión social, y que la próximas generaciones accederán  comprobado que los padres que tienen educación superior se esfuerzan para que sus hijos también accedan a ella y logren mayores niveles educativos.

Al igual que la transición demográfica la distribución del capital cultural adquirido presenta tendencias inconfundibles. A estas alturas en Colombia, cerca de la mitad de los universitarios provienen de familias en las que ninguno de los padres tiene grados de educación superior. Las diferencias son grandes en la educación superior. Las investigaciones muestran que por cada 27 jóvenes de estratos de altos ingresos que logran completar cinco años de estudios, apenas uno de bajos recursos lo consigue. (ICETEX, 2010)

El último de estos estudios, con la firma independiente Econometría, sobre el impacto del crédito educativo, concluyó que es muy alta la rentabilidad asociada a la educación superior para el individuo, la sociedad y el Gobierno. Producto de esos análisis se observó que cuando se apoya la formación de una persona en educación superior, el retorno de esa inversión en lo personal varía entre 25% y 50% más que en casos similares pero que no cuentan con educación superior. Quienes viven con el egresado terminan beneficiándose de su nueva condición socioeconómica.  Igualmente, para el Estado tiene una rentabilidad entre 12% y 14%.

Los analistas de la movilización escolar chilena de los últimos cinco años dan aclaración sobre las causas profundas del malestar.
“(En los ochenta y noventa) Chile crecía y millones de personas, simplemente esperaban que algún día las bondades del modelo tocaran a la puerta. Al lado de su pobreza crecían universidades, clínicas, bancos, farmacias y tiendas de detal…. Sus hijos sin embargo, gozarían de todo aquello que él no tuvo. Ellos crecieron, entraron al colegio y a la universidad. No solo, entonces, había que pagar las cuentas y las altas tasas de interés de las multitiendas, también matrículas y cuotas mensuales de alguna universidad. Y recién ahí, cuando el joven estaba en primero o segundo año se dio cuenta que la situación era impagable. El Estado, consciente de esto, creo otros sistemas y endeudó al estudiante con créditos garantizados o con aportes fiscales. Así, el modelo siguió, pero siempre en el curso equivocado y desviándose. Y la burbuja esta vez, reventó. Los jóvenes y los padres están endeudados, muchas veces, sin título en mano, porque debieron abandonar su carrera. Se acabó la esperanza y la confianza en que el modelo, al menos recompensaría en sus hijos el esfuerzo de tantas jornadas de trabajo”. (Martorell, 2011)

A MANERA DE CONCLUSION
Desde los años noventa, sin haber sido dada la suficiente y necesaria discusión en la mayor parte de los países de América Latina se acogió el modelo de apertura económica, sin tomar en cuenta los previsibles inconvenientes y dificultades. Chile, desde una década después de la dictadura se convirtió en el laboratorio de los Chicago Boys y sus modelos de reducción estatal, y privatización en función de preferencias políticas para beneficiar a las multinacionales, sirvieron de efecto demostración –dada la aceleración económica que obtuvieron- para reformas de los sistemas laborales, de salud y de educación. Los sectores que monopolizan el control de la banca, los servicios y la privatización en Colombia han calcado repetidamente la experiencia de sus homólogos en la región austral. Decididamente se ha impulsado el proceso de “bancarización” de la actividad económica, A septiembre del año 2011 el 62 por ciento de la población adulta en Colombia más de 18.3 millones de personas mayores de edad, ya contaban con un producto financiero. Dentro de tal lógica no resulta extraña entonces la afirmación de un alto funcionario de la educación que admitió       “Debe aceptarse que las IES sean de ánimo de lucro”.
El modelo de fondos de pensiones privado, ha hecho crisis en el curso de periodos de tiempo separados por una brecha. De igual manera la privatización que se impuso en la educación superior combinando una variedad de instrumentos legales y financieros condujo a una situación de graves contrasentidos como el de la Universidad pública de mayor demanda obligada a crear un mecanismo de auto sostenimiento, y generar desde este marco la mayor parte de sus ingresos.
Nos queda muy claro que la estrategia de "formación de opinión favorable" a la solución del conflicto por la reforma de la Ley 30 (Ley de Educación Superior) está pasando en Colombia por un momento de imposición mediática cuando los dos grandes periódicos nacionales EL TIEMPOhttp://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/educacion/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12136981.html   y EL ESPECTADOR reproducen día tras otro entrevistas con "la máxima autoridad legitimada (DOXA)" de justificación de la necesidad de apoyar -como inevitable- una estrategia de privatización y cofinanciación (privada en función de los intereses del sector productivo) de la Educación Superior en Colombia.

Seguramente dentro de las universidades públicas y privadas donde se analiza críticamente la transformación del campo educativo esta mas que menos claro que Brunner, pudo haber sido dos o tres décadas atrás un autor aportante para mejorar el conocimiento de las relaciones entre educación ciencia y cultura en el contexto latinoamericano.  Pero como lo reflejan buena parte de los comentarios de lectores a sus entrevistas, tomando distancia del intento impositivo de la visión de EDUCACION PUBLICA DE MERCADO, sus ideas hoy en día están reducidas a una promoción del punto de vista mercantilista, justificando en un ideario conservador la inevitabilidad de eliminar el mecanismo de intervención Estatal en la redistribución de las oportunidades de acceso a la educación .


EN CAMBIO SI LA PREGUNTA ES SI HAY EDUCACION DESPUES DEL MERCADO LA RESPUESTA ES POR SUPUESTO
Premisa Uno Desmercatilizar. En función del concepto referente al grado en el que los Estados sociales logran debilitar el nexo monetario al garantizar unos derechos independientes de la participación en el mercado, de acuerdo también a la noción de derechos de ciudadanía social
Premisa Dos “Somos estudiantes No Clientes tarjetabientes”. La  consigna de las marchas convocadas por las federaciones estudiantiles del ciclo básico y apoyadas por los universitarios, el magisterio y las comunidades educativas no solo revelan el malestar con el modelo aún no subsanado, sino que reflejan el grave defecto de diseño que aún hoy inspira ciegamente a muchos de los habitantes del vecindario a reproducir el dudoso gusto de hablar sobre como “la educación superior gratuita conduce a la desigualdad”. (Brunner, 2012) 
Premisa tres: Evitar que la sobre determinación de las circunstancias adversas cambien “naturalizando” las diferencias sociales de segregación. El asunto acá es delicado: 
D9 Comparación de la financiación en propuestas relativas a la Ley de Educación Superior
proyecto gubernamental de reforma a la Ley 30 de 1992 (2011)
Propuesta de SUE-ASCUN (2011=
ARTÍCULO 155. El Gobierno Nacional incluirá anualmente en el Presupuesto General de la Nación aportes al Instituto Colombiano de Crédito y Estudios Técnicos en el Exterior, ICETEX, con destino a mantener los subsidios a la tasa de interés, a la matrícula y al sostenimiento que éste otorgue a estudiantes de bajos recursos de acuerdo con el instrumento de focalización que defina el Gobierno Nacional y a mantener los Fondos Especiales para Grupos Étnicos.

ARTÍCULO 156. Créase el Fondo para la Permanencia Estudiantil en la Educación Superior, sin personería jurídica, administrado por el Instituto Colombiano de Crédito y Estudios Técnicos en el Exterior, ICETEX. Los recursos de este Fondo se asignarán mediante créditos o subsidios para los estudiantes de las Instituciones de Educación Superior estatales y privadas del país destinados al cubrimiento parcial de sus gastos de manutención de acuerdo con el instrumento de focalización que defina el Gobierno Nacional, priorizando a las poblaciones vulnerables.
CAPÍTULO V FINANCIACIÓN ESTATAL
ARTÍCULO 25. El gasto público social en educación debe incluir el financiamiento de las universidades estatales, garantizar el funcionamiento y la realización de su plan de inversiones.
ARTÍCULO 26. El Gobierno Nacional determinará conjuntamente con las universidades estatales y por ley ordinaria, un modelo de financiación que tenga en cuenta entre otros las siguientes pautas:
a. un incremento anual mínimo y permanente en pesos constantes de los presupuestos de rentas y gastos  e incrementos adicionales en función del crecimiento económico del país;
b. la variabilidad de  los costos universitarios en docencia e investigación;
c. la ampliación de cobertura de manera gradual;
d. la  reducción o exención, de  conformidad con las normas impositivas, de las cargas que en materia de impuestos deban asumir las universidades;
e. los requerimientos tecnológicos para el desarrollo de sus actividades misionales;
f. y  las necesidades de respaldo en proyectos de  inversión que tengan como objeto el mejoramiento de la calidad.
En todos los casos el modelo de financiamiento debe propugnar y preservar la excelencia académica en las universidades.
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