domingo, 27 de septiembre de 2009

Sociologia de los Cultivos de Uso Ilicito

VIII Congresso Latinoamericano de Sociologia Rural
América Latina: realineamientos políticos y proyectos en disputa
Recife, Pernambuco - Brasil
15 a 19 de noviembre de 2010
Grupos de Trabajo:
Sociología de los Cultivos de Uso Ilícito
Coordenadores:
José Ernesto Ramírez Ana María M. Ribeiro
Instituciones:
Univ. Pedagógica Nacional Bogotá/Univ. Federal Fluminense
Paises:
Colômbia/Brasil
Resumen:
Desde que los cultivos ilícitos y su cadena reproductiva se convirtieron en la mejor alternativa para obtener ingresos en las regiones donde la política social del Estado no ha alcanzado a tener ningún impacto benéfico, cientos de miles de personas directa o indirectamente han sido cooptadas por esta actividad, constituyendo así uno de los primeros eslabones en la llamada cadena del narcotráfico. En ese sentido, tanto la producción de cultivos ilícitos, como la población de las regiones que se vincula a ellos han ido en aumento. En torno a este fenómeno han prosperado grandes industrias no solamente en Colombia sino en todo el mundo; se han fortalecido todo tipo de organizaciones armadas y se han construido imperios a espaldas de la Ley, sin descontar los costos socio-ambientales sobre los cuales se ejerce la producción de los cultivos ilícitos y, peor aun, sin que hasta ahora se conozcan detalladamente los tipos de trabajo y de relaciones socio laborales que se generan en torno a la estructura del narcotráfico.Un breve recorrido por los escenarios, las políticas y el estado del arte de los estudios que han suscitado los debates en torno a los cultivos ilícitos y al narcotráfico en las últimas décadas nos sirve de marco de referencia al problema de investigación que se plantea.La discusión en torno a la génesis y evolución de las prácticas sociales relacionadas con el cultivo de uso ilícito tiene varias dimensiones:En primer lugar el problema de la explicación de las condiciones específicas que conducen a que un grupo de países y regiones que diversos estudios circunscriben a no mas de quince, constituyan a nivel mundial el universo real de expansión de la producción agroindustrial de drogas a partir de plantas, y que dentro de ese grupo muy reducido de regiones y países con “ventajas naturales” de dotación de factores, solamente en países de la región andina se hayan creado condiciones –mas que económicas, culturales- para la expansión de esa actividad. Este análisis ha conducido a la creencia que las ciencias económicas y en cierta forma la “economía del narcotráfico” carecen de los instrumentos y conceptos que permitan explicar el proceso, y se haga necesario otro tipo de abordaje para la explicación de la transformación en el panorama reciente de la producción mundial que alimenta el mercado mundial de sustancias prohibidas.Otro conjunto de problemas relacionados con la proliferación de los cultivos de uso ilícito es el de la superposición de conflictos que la continuidad en el tiempo de las que podrían limitarse a oleadas de bonanza ilícita genera, cuando al paso de los años, llegando a generaciones, ni la sociedad, ni el estado logran erradicar su presencia como alternativa de subsistencia económica en regiones deprimidas por la inviabilidad de participar en los mercados y desarrollos productivos convencionales o innovativos. El conjunto de conflictos que la perpetuación de las economías ilegales genera son muy complejos tanto para entenderlos como para intervenir sobre ellos. Mencionemos algunos: degradación ambiental causada tanto por la actividad ilícita como por la aplicación de políticas de contingencia que operan sobre la lógica de “daños colaterales” (por ejemplo fumigación con glifosato); nuevos procesos de expansión de las fronteras “agrícolas” a zonas antes no colonizadas, bosques primarios, reservas naturales, parques de biodiversidad con procesos de tipo demográfico migratorio que agudizan la ingobernabilidad e incrementan inseguridad y las formas de violencia relacionadas con la acción criminal; como resultado de lo anterior la consolidación de patrones de cultura de la ilegalidad, (cultura mafiosa-redes crimen organizado) que aunque legitimada socialmente, vulnera las posibilidades de construcción de tejidos de capital social y cívico mediante la acción de los proyectos de educación, paternalismo estatal y desarrollo humano; el florecimiento de “economías subterráneas” o paralelas, que por fuera del circuito legal de las cuentas nacionales y el sector formal, conducen a formas de acumulación de capitales, monopolio de tierras, desplazamiento de poblaciones y violencia degradada a características sistemática: paso del control de las rutas, al control de los territorios, y finalmente al “control social” mediante procesos muy dramáticos.Viabilidad de diversas estrategias de “desarrollo alternativo”.Si bien la mayor parte de estos procesos han sido ampliamente documentados en situaciones regionales de tipo extremo (Valle del Bajo Huallaga, antigua zona de distención en el piedemonte llanero colombiano, sur de Bolívar, frontera Putumayo-Sucumbios) una mirada de conjunto a los problemas sobre económicos de los cultivos de uso ilícito desde una perspectiva Cross cultural esta por hacerse. El Grupo podrá avanzar en el mejor conocimiento de la realidad de los cultivos de uso ilícito en diversos territorios regionales de los países latinoamericanos a partir del análisis Cross cultural de las motivaciones económicas o supra económicas en la práctica social de producción y comercio de estos cultivos, así como de las formas de reproducción social de las prácticas sociales que las generaron y arraigaron.Algunas referencias: Motta Ribeiro, Ana María. Cultivo de Maconha e Sindicalismo Rural no Submédio São FranciscoONUDD. Programas de carácter específico en las sedes locales en los países de la región (ver ficha anexa)Ramírez, José Ernesto. “Mercados de trabajo y reestructuración del narcotráfico en tres zonas de cultivos ilícitos” Paper at IV Latin American Congress of Labour Sociology. La Habana, September 2003.
Descripcion detallada:
Desde que los cultivos ilícitos y su cadena reproductiva se convirtieron en la mejor alternativa para obtener ingresos en las regiones donde la política social del Estado no ha alcanzado a tener ningún impacto benéfico, cientos de miles de personas directa o indirectamente han sido cooptadas por esta actividad, constituyendo así uno de los primeros eslabones en la llamada cadena del narcotráfico. En ese sentido, tanto la producción de cultivos ilícitos, como la población de las regiones que se vincula a ellos han ido en aumento. En torno a este fenómeno han prosperado grandes industrias no solamente en Colombia sino en todo el mundo; se han fortalecido todo tipo de organizaciones armadas y se han construido imperios a espaldas de la Ley, sin descontar los costos socio-ambientales sobre los cuales se ejerce la producción de los cultivos ilícitos y, peor aun, sin que hasta ahora se conozcan detalladamente los tipos de trabajo y de relaciones socio laborales que se generan en torno a la estructura del narcotráfico.Un breve recorrido por los escenarios, las políticas y el estado del arte de los estudios que han suscitado los debates en torno a los cultivos ilícitos y al narcotráfico en las últimas décadas nos sirve de marco de referencia al problema de investigación que se plantea.La discusión en torno a la génesis y evolución de las prácticas sociales relacionadas con el cultivo de uso ilícito tiene varias dimensiones:En primer lugar el problema de la explicación de las condiciones específicas que conducen a que un grupo de países y regiones que diversos estudios circunscriben a no mas de quince, constituyan a nivel mundial el universo real de expansión de la producción agroindustrial de drogas a partir de plantas, y que dentro de ese grupo muy reducido de regiones y países con “ventajas naturales” de dotación de factores, solamente en países de la región andina se hayan creado condiciones –mas que económicas, culturales- para la expansión de esa actividad. Este análisis ha conducido a la creencia que las ciencias económicas y en cierta forma la “economía del narcotráfico” carecen de los instrumentos y conceptos que permitan explicar el proceso, y se haga necesario otro tipo de abordaje para la explicación de la transformación en el panorama reciente de la producción mundial que alimenta el mercado mundial de sustancias prohibidas.Otro conjunto de problemas relacionados con la proliferación de los cultivos de uso ilícito es el de la superposición de conflictos que la continuidad en el tiempo de las que podrían limitarse a oleadas de bonanza ilícita genera, cuando al paso de los años, llegando a generaciones, ni la sociedad, ni el estado logran erradicar su presencia como alternativa de subsistencia económica en regiones deprimidas por la inviabilidad de participar en los mercados y desarrollos productivos convencionales o innovativos. El conjunto de conflictos que la perpetuación de las economías ilegales genera son muy complejos tanto para entenderlos como para intervenir sobre ellos. Mencionemos algunos: degradación ambiental causada tanto por la actividad ilícita como por la aplicación de políticas de contingencia que operan sobre la lógica de “daños colaterales” (por ejemplo fumigación con glifosato); nuevos procesos de expansión de las fronteras “agrícolas” a zonas antes no colonizadas, bosques primarios, reservas naturales, parques de biodiversidad con procesos de tipo demográfico migratorio que agudizan la ingobernabilidad e incrementan inseguridad y las formas de violencia relacionadas con la acción criminal; como resultado de lo anterior la consolidación de patrones de cultura de la ilegalidad, (cultura mafiosa-redes crimen organizado) que aunque legitimada socialmente, vulnera las posibilidades de construcción de tejidos de capital social y cívico mediante la acción de los proyectos de educación, paternalismo estatal y desarrollo humano; el florecimiento de “economías subterráneas” o paralelas, que por fuera del circuito legal de las cuentas nacionales y el sector formal, conducen a formas de acumulación de capitales, monopolio de tierras, desplazamiento de poblaciones y violencia degradada a características sistemática: paso del control de las rutas, al control de los territorios, y finalmente al “control social” mediante procesos muy dramáticos.Viabilidad de diversas estrategias de “desarrollo alternativo”.Si bien la mayor parte de estos procesos han sido ampliamente documentados en situaciones regionales de tipo extremo (Valle del Bajo Huallaga, antigua zona de distención en el piedemonte llanero colombiano, sur de Bolívar, frontera Putumayo-Sucumbios) una mirada de conjunto a los problemas sobre económicos de los cultivos de uso ilícito desde una perspectiva Cross cultural esta por hacerse. El Grupo podrá avanzar en el mejor conocimiento de la realidad de los cultivos de uso ilícito en diversos territorios regionales de los países latinoamericanos a partir del análisis Cross cultural de las motivaciones económicas o supra económicas en la práctica social de producción y comercio de estos cultivos, así como de las formas de reproducción social de las prácticas sociales que las generaron y arraigaron.Algunas referencias: Motta Ribeiro, Ana María. Cultivo de Maconha e Sindicalismo Rural no Submédio São FranciscoONUDD. Programas de carácter específico en las sedes locales en los países de la región (ver ficha anexa)Ramírez, José Ernesto. “Mercados de trabajo y reestructuración del narcotráfico en tres zonas de cultivos ilícitos” Paper at IV Latin American Congress of Labour Sociology. La Habana, September 2003.
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1 comentario:

BOURDIEU REDCOL dijo...

Tendremos las siguientes ponencias:
Elizabeth Del Socorro Ruano Ibarra Brasil
Marcos Arturo Ferreira Aguero Paraguai
AVILA ARENAS DARCY DAVID México Marcos Alexandre Veríssimo da Silva Brasil
Ângela Maria Cavalcanti Ramalho Brasil
Erika Macedo Moreira Brasil
JOSE ERNESTO RAMIREZ Colômbia