3.1 Tema y planteamiento de la pregunta o
problema de investigación
En la Colombia contemporánea es obligado estudiar la
relación entre LA LIBERTAD DEL
CAPITAL Y EL (des) ORDEN EN LA
RELACION EDUCACION TRABAJO: deslaboralización, flexibilidad, empresarismo,
precarización, productivismo, competencias, administrativismo, masificación de
la educación, degradación de las calificaciones, como un examen sensato de la
realidad dada entre 1980 y 2010.
Durante las tres décadas anteriores la sociedad
colombiana experimento transformaciones profundas en las relaciones entre las
esferas de la producción, la educación y la política que (des) articulan estos
dos aspectos fundamentales de la vida social.
Las consecuencias que las crisis desestabilizadoras
iniciadas años antes en el sistema internacional trajeron al modelo económico
colombiano, prácticamente bloquearon todas las posibilidades de continuar
alimentando lo que en idealización de los planificadores y visionarios de una
sociedad industrial[1] según
el modelo occidental, había pretendido y en cierta forma concretado realizarse
en términos de un desarrollo reductor de la
brecha que colocaba a Colombia en la retaguardia de los estándares del
progreso económico y social.
La década de los años setenta es significativa como
colapso del predominio de la fracción industrial dentro del sector hegemónico,
y su desplazamiento por parte de las visiones y estrategias del capital
financiero, cuyas mejores expresiones fueron la aparición de la Asociación
Nacional de Instituciones Financieras ANIF, la entrada triunfal del sistema de
poder adquisitivo constante UPAC, como hechos que no dejan de pasar desapercibidos
en todos los análisis de la cancelación del Frente Nacional (1974), la
aparición de nuevos movimientos revolucionarios, y en 1980 la expedición de una
normatividad de la educación post secundaria, intentando enfrentar la
consolidación de los procesos de urbanización y transformación estructural de
la fuerza de trabajo con la entrada integral de la mujer en los sistemas
educativo y laboral y la mayor participación del trabajo formal y urbano en la
composición orgánica del trabajo.
Los últimos veinte años del siglo XX vieron sin
embargo, primero como moda internacional pero luego como énfasis de los lideres
y hacedores de política el surgimiento y adopción de la nueva “vulgata
planetaria” de la reconversión del orden productivo, aquejado de las mismas restricciones
que la brecha técnico científica le implicaban a una economía y sociedad
colocada históricamente en la periferia del extremo occidente como bien
definiera un autor la condición de muchas de las naciones latinoamericanas.
Esta rara mezcla de ideologías de producción se acogió muy rápidamente en los
discursos no solo de los nuevos dominantes de la esfera económica (la nueva
élite financiera), sino que por diversas vías fue impregnando todos los léxicos
de campos ajenos al de las especulaciones financieras. Incluso en el campo de
la educación, pretendidamente ajeno dada su orientación a principios
académicos, las visiones condicionadas por los principios gerenciales y
mercantiles, poco a poco fueron abriéndose paso, marginando los principios
académicos. A ello contribuyeron no solo los efectos de corrientes de
pensamiento que venían de la economía de la educación, especialmente la teoría
del capital humano, formulada por el premio nobel Gary Becker, que paso a
ocupar un lugar monopólico en el plano de las decisiones de política pública de
educación y en la continuidad que en los planes nacionales de desarrollo tenían
los modelos de formación de recursos humanos propuestos por el Banco Mundial y
el FMI.
Desde los años ochenta los principios de desregulación
del pacto social capital trabajo construido y expresado en la legislación
laboral, de seguridad y protección social y en derivación en la política
educativa igualmente fueron llevados a la práctica en forma lenta pero
inexorable. Las misiones y reformas laborales que desde mediados de los ochenta
se ejecutaron en Colombia con asesoría de expertos internacionales (Chenery por
ejemplo) fundamentaron la reforma laboral de 1990. En esencia el pacto social
inacabado que auguraba una estabilización de una sociedad de clases modernas en
Colombia se rompió en esa década, y a cambio de una “muerte súbita” el modelo
de orden de producción industrial calificado fue mantenido con vida hasta el
retiro del respirador artificial que representó el modelo de transición de la
seguridad social, previsto para la primera parte de la década de 2010. Hoy se
podría intentar incluso revisar desde las perspectivas de planificación de
escenarios lo que hubiera ocurrido si en la encrucijada de política educativa y
política de empleo de esos tiempos se hubiese tomado otro camino o al menos
intentado mantener el que se traía desde mucho antes.
3.2 Marco
teórico - marco conceptual - estado del arte
Entendemos las
relaciones profesionales como relaciones capital-trabajo en su conjunto pero
destacando como sus principales dimensiones la
formación para el trabajo (política y práctica del sistema nacional de
enseñanza) las relaciones laborales e
industriales (en la teoría la institucionalización del derecho del trabajo,
los sistemas de protección y seguridad
social (trabajo infantil, sistema de salud y sistema pensional), todos los
cuales están condensados en definiciones legalmente establecidas (a partir de
la Constitución política por ejemplo), pero que al no agotarse en los elementos
abstractos, se materializan en prácticas sociales bien sea de sometimiento, de
desconocimiento o de movilización, que expresan definiciones y construcciones
de representación socialmente dominantes, las cuales no necesariamente se
subordinan a los principios regulativos (legalismos) que construye el Estado, y
a los cuales por igual la investigación científica intenta acercarse
explicativamente y en derivación de metodologías de intervención bien sea a
favor o en oposición al estatus quo.
Consideramos que en
una sociedad como la colombiana, el orden
de la producción (y en consecuencia del consumo) se construyeron
históricamente en una génesis tanto social como mental a las que podríamos
denominar socio génesis de las
relaciones capital trabajo Estado y psicogénesis
del significado y papel del trabajo en las cosmovisiones y ethos de la
nacionalidad y personalidad social nacionales. Este es un expediente muy amplio y sobre el
cual se han encargado de documentar las subdiciplinas de la historia
empresarial, laboral y sindical principalmente, con aportes necesarios en la
educación, la cultura y los hallazgos en corrientes de la psicología
industrial, la historia de las ciencias y la ingeniería y la misma conformación
del espacio nacional de ciencia y tecnología.
Para un Estado
nación que “celebra” el bicentenario de su nacimiento, la deconstrucción del
significado incontrovertible del trabajo como fundamento del desarrollo y de la
salida de su decimonónica ubicación en la retaguardia del ideal de progreso humano
debería constituirse en una prioridad de sus políticas nacionales. Máxime
cuando revisando el devenir de sus fuerzas productivas se halla rápidamente un
conjunto de rasgos que bien pudieran reconocerse como particularidades
incomparables en la formación de la sociedad, y en el conjunto de relaciones
que al interior de ella se han dado entre los campos, sujetos y fuerzas que han
definido casi irreversiblemente el lugar que ocupa Colombia en la división
internacional del trabajo, y si este concepto ya no es aceptable en la
configuración del mundo globalizado, que hoy vivimos.
Entre tales rasgos
señalemos los siguientes:
Una condicionalidad
geográfica que convirtió el territorio colombiano en un obligado lugar de
tránsito en las migraciones y rutas de culturas (diversidad etnolingüística por
ejemplo) y que desde la época colonial le hizo escenario de prácticas
productivas y de creación de virtudes y competencias de naturaleza técnica, en
la explotación de los recursos y por desgracia también en la instauración de
regímenes de explotación desventajosa para las poblaciones nativas (desde el
saqueo colonial de las minas, hasta el actual exterminio de sus riquezas de
biodiversidad vegetal y animal).
Una peculiar
capacidad de adaptación de las culturas laborales y de supervivencia y búsqueda
de mejores oportunidades para desarrollar la vida que a cambio de permitir una
fuerte presencia de grupos y culturas (obreras sobre todo) laborales europeas, con el ethos específico que los
flujos migratorios hicieron posible en otros escenarios de nuestro continente
(México, Buenos Aires, Sao Paulo etc.) dio al ser colombiano una enorme
fortaleza individual para superar las condiciones desfavorables de ocupación y
empleo[2], pero en contraste exacerbaron el
individualismo y la incapacidad de actuar de manera efectiva
colectivamente.
La especial
configuración de la cultura organizacional en el escenario nacional, como una
“sinergia forzada” de las partes constitutivas de la misma: por una parte la
cultura empresarial o las formas y modos de imaginar y hacer el mundo de la
producción por parte de sus creadores de empresa, y por otra parte inexplicable
aislada de la anterior la cultura laboral y obrera, quizás también sindical,
aunque esta con un fuerte sometimiento a las particularidades de la cultura
política colombiana. Una especial consecuencia de la forma que tomo este
proceso específico es la demostrable inexistencia a lo largo de la historia
sindical colombiana de la construcción cultural del “obrero industrial” como un
ethos (actitudinal, identitario, psicosocial) favorable en la representación
social positiva del significado de ser “trabajador” en oposición a ser “patrón”
o ser “ejecutivo”, o en últimas “independiente” o “cuentapropista”.
Estos rasgos que
podrían ser adicionados con aspectos variables de la etnología y la historia
nacional (por ejemplo la historia de las luchas jamás hasta hoy resueltas por
la tierra), la transición demográfica que hoy tiene lugar (1950-2050), las
relaciones internacionales especialmente en los términos de intercambio, la
globalización de la educación superior y la transformación de los mercados de
trabajo, dan un complejo multideterminismo a las preguntas relacionadas con el
presente y el futuro del trabajo en Colombia.
Muchas veces hemos
citado por ejemplo que la planificación de la educación superior y post
secundaria en Colombia presenta el vacio analítico de intentar planes decenales
de formación de recursos de “capital humano” como política de Estado, sobre la
hipótesis de que los empresarios tienen (lo que no ocurre en la práctica)
respuesta a la pregunta sobre qué tipo de trabajador, o de cuadro calificado
requieren en este momento, (y por ende como podrían proyectar los
requerimientos). También hemos
advertido la inoperancia de los anacrónicos estudios nacionales, regionales y
locales del mercado de trabajo (convertidos en una expresión determinista del
ordenamiento jurídico-político y administrativo) para entender el
funcionamiento de una fuerza laboral cada vez más precaria, evanescente, vuelta
flexible y trashumante, que no solo por el proceso violento del destierro y
desplazamiento, sino por las estrategias de movilidad tanto dentro como también fuera del
territorio nacional (unos ocho millones de colombianos en los dos procesos),
constituyen realidades que distorsionan todos los pronósticos de la economía
laboral, y se hacen imprescindibles en los análisis.
Por lo pronto hemos
advertido de los graves fracasos de la transición neoliberal del sistema de
protección social[3], y
sobre la distorsión del significado del “politecnismo” como principio ideal de
organización del sistema nacional de enseñanza para las ocupaciones[4], pero dos décadas de acompañamiento a los
sectores involucrados en esta dinámica (historiadores empresariales, redes de
estudios del trabajo, organismos nacionales e internacionales de campo,
movimientos laborales y sindicales, entidades nacionales de investigación,
pedagogía y educación sindical, básica y superior) nos permiten conjugar los
elementos e intentar hallar nuevas formas de dar respuesta y de intervenir en
la realidad de las complejas disyuntivas de la movilización social y la acción
colectiva para cambiar la distribución del monopolio en la orientación e
imposición de las formas de hacer el orden de la producción en Colombia.
Las
relaciones entre el sistema educativo y la existencia de oportunidades de
inclusión para los grupos de jóvenes y población en edad de trabajar (PET) constituye uno de los objetos de estudio
multidisciplinar abordado desde las ciencias sociales y económicas, con teorías
complementarias sobre el mercado de trabajo, la modernización empresarial, el
cambio tecnológico, y en perspectivas convergentes que han venido siendo
apoyadas desde diversos centros de pensamiento y entidades especializadas, A
ese respecto en Colombia se pueden mencionar la RET (Red de estudios del
trabajo), la Maestría en Sociología de la Educación (UPN), y en una perspectiva
regional CINTERFOR (Centro Interamericano de Formación Profesional – Montevideo)
.
Recientemente llama la atención la proyección que ha tomado la discusión al interior de las instituciones que orientan las políticas de educación y su intento de compaginación con las políticas del trabajo. En algunos sistemas educativos nacionales estas dos áreas de la política social están integradas (por ejemplo en Australia), mientras que también es apreciable el aporte de re conceptualización que autores como Alejandro Pellizari (Universidad de Friburgo) han sugerido para considerar los procesos de precarización (aspecto central de la realidad colombiana) conjuntamente con la flexibilización, la universalización de algunos niveles de la educación, o como el asesor del Ministerio de Educación de Francia Claude Thelot, quien ha desarrollado un modelo muy llamativo de soluciones flexibles de adecuación de las “salidas profesionales” que contrasta con las “rigideces” que aún revela la concepción y sobre todo la operación del modelo de profesionalización o ubicación ocupacional existente en Colombia.
La perspectiva utilizada
por las entidades que fijan las políticas sociales de la educación y el mercado de trabajo en Colombia, adolecen
de creatividad y no se han mostrado en la mayor parte de la historia de vida
del país como adecuadas a las características de sus recursos y dentro de ellos
como el más importante su potencial de trabajadores. Aunque no se puede
generalizar a todos los espacios geográficos y administrativos, la situación
puede decirse que ha mostrado como rasgo general discontinuidad y poca
efectividad en la obtención de resultados. Prueba de ello son los
desequilibrios que se expresan en la proporción de científicos, resultados de
investigación y demás estándares que hoy se usan para comparación internacional
sobre el nivel de desarrollo del potencial humano
3.3 Justificación
en términos de necesidades del medio externo y pertinencia en el marco institucional
Al ubicar el énfasis en la caracterización de la reconfiguración de la
FORMACION para el trabajo en Colombia, se busca comprender en su conjunto las inconsistencias
principales que se revelan en la organización de la economía y política laboral
como parte del modelo de desarrollo que está vigente, y a partir de la
develación de sus más preocupantes consecuencias sobre el horizonte de la
sociedad nacional. Adicionalmente,
sugerir
algunas líneas de acción que puedan convertirse en iniciativas de acción
colectiva por parte de las organizaciones y agentes del sector social.
Esta mirada
implica tomar en cuenta los principales procesos de naturaleza demográfica,
socioeconómica y política que afectan las relaciones entre la oferta y demanda
de recursos de capital humano en la forma de fuerza laboral, en un contexto de
dinamismo que supone la transformación cuantitativa y cualitativa del conjunto
de las ocupaciones y competencias para utilizar adecuadamente los recursos
productivos con que cuenta el territorio colombiano.
Los
principales problemas que se abordan son de la siguiente naturaleza:
3.3.1
Cambios en la composición
profesional de la fuerza de trabajo como aumentos de las exigencias de
calificación en función de la reconversión productiva.
3.3.2
Cambios en la estructura
demográfica con impacto en las oportunidades y condiciones de posibilidad para
los accesos a los diversos niveles (ciclos) del sistema nacional de formación:
bachilleres técnicos, normalistas, técnicos y tecnólogos, profesionales
universitarios, ingenieros y doctores en el nivel de científicos e
investigadores etc.
3.3.3
Capacidad de adecuación (política,
financiera y administrativa) de la
organización de los diversos niveles del sistema educativo nacional, a las
necesidades presentes y proyectadas del aparato productivo nacional.
3.3.4
Impacto de las tendencias de
movilidad espacial (desplazamiento interno, migraciones laborales y educativas)
en la optimización del equilibrio entre formación de capital humano y demanda
de los mercados de trabajo.
3.3.5
Condiciones de posibilidad para
garantizar un acceso exitoso a la formación superior y avanzada de sectores de
la población tradicionalmente marginados del éxito escolar.
3.3.6
Formas de intervención del Estado y
los sectores privados en la gestión y aseguramiento de calidad en la oferta de
educación profesional.
3.4 Los
objetivos
Se trata de un estudio de síntesis sobre las articulaciones de las dimensiones
y planos del orden de la producción y la producción del orden en la Colombia
que hemos vivido en la generación que transita del final del siglo XX y el
inicio no solo cronológico sino biográfico del presente siglo. Esas dimensiones
se pueden enumerar y predefinir de la siguiente manera:
- Formación para el trabajo: sistema nacional de enseñanza, origen social y distribución de los capitales culturales con reproducción de la estructura de desigualdad social acentuada. Legislación y política de educación vocacional y salidas profesionales.
- Relaciones profesionales como conjunto complejo de diversos niveles de conflicto de intereses entre grupos de la sociedad (relaciones laborales + relaciones industriales + regímenes de protección social).
- Política social de educación y del trabajo. Estrategias de imposición y alternativas de modificación de las visiones dominantes del mundo y de la realidad propia y de organización de los sistemas educativo y laboral en función de la condición del Estado como forma de relaciones sociales.
Dado que estos procesos han venido desarrollándose en un espacio de
tiempo relativamente reciente, tras la ruptura de las configuraciones de
relaciones capital trabajo que podrían tipificarse como la versión colombiana
del intento de adelantar un proceso de industrialización, ocurrida en las tres
últimas décadas, la delimitación de este análisis se hará entre los
antecedentes en los años 80 de las reformas neoliberales de la última década
del siglo pasado y la coyuntura de desaparición completa de los elementos que
aún subsistían del modelo de relaciones precedente.
3.5 Metodología
propuesta
El
plan de este proyecto incluirá las siguientes acciones puntuales:
·
3.5.1 Una revisión de literatura
especializada específica a fin de discutir las preguntas de análisis
propuestas.
·
3.5.2 Entrevistas con expertos en los aspectos puntuales que sean
definidos: CINTERFOR Montevideo (Ernesto Abdala, Jaime Ramírez), IESALC-UNESCO
Caracas, OIT Regional Andina Lima, SENA
Bogotá, Instituto de Estudios en Educación Universidad Nacional Bogotá.
·
3.5.3 Recopilación de datos obtenidos por organismos y bases
especializadas UNESCO, IESALC/OIT, Ministerio de la Protección Social.
Principales categorías de información estadística
(series y proyecciones) a recopilar
·
Composición
demográfico laboral y socio educativa 1980-1990-2000-2010-2020
·
Distribuciones
de la población en edad de trabajar (PET), económicamente activa (PEA), ocupada
(PO), asalariada (POA), subestandar (subempleo-informalidad-invisibilidad,
trabajo infantil) 1980-1990-2000-2010-2020
·
Distribuciones
demográficas de la institucionalidad laboral (en la definición OIT del mercado
del trabajo como oferta + demanda & instituciones laborales) 1980-1990-2000-2010-2020
·
Distribuciones
socio educativas y del capital cultural: escolaridad, escolarización, cobertura
por ciclos (básica, superior), por sectores (pública-privada) y en el sistema
nacional de formación de modalidades de salidas profesionales o
profesionalizantes.
·
1980-1990-2000-2010-2020
·
Distribuciones
de calidad de empleo (conceptos de trabajo decente-protegido) tanto en una
perspectiva de conjunto con fundamento en indicadores de estabilidad laboral,
protección social, como en análisis de caso para profesiones o sectores de
ocupación; para lo cual se sugieren tres
grandes mercados como por ejemplo uno industrial, uno en los sectores de
servicios (como salud, educación, financiero) y uno en uno de los mercados
emergentes (comunicaciones, recreación-turismo, drogas ilícitas), dentro de los
cuales también sea posible contrastar los ámbitos público-privado. 1980-2020.
·
Distribuciones
de la seguridad social y su cobertura como indicador de la forma en que se
acuerda, ejecuta y reproducen las condiciones de instauración del régimen de
acumulación. (población cubierta, estatuto de protección, inclusión-exclusión etc.)
También en la comparación interperíodos 1980-1990-2000-2010-2020
·
3.5.4. Elaboración de tabulaciones, comparaciones y proyecciones
parciales a partir de las fuentes consultadas.
Si bien las
series históricas sobre los principales indicadores a precisar se sabe han sido
levantadas como parte de la “estadística centralizada” por el Estado y adolecen
por lo tanto de un sesgo “descriptivo”, se tendrá especial cuidado en superar el
momento descriptivo de la información cuantitativa e intentar proponer una
reelaboración comprensiva de los datos, tomando distancia con los supuestos e intencionalidades
con que son elaborados, o contrastando la validez y objetividad de los mismos
desde otras diversas perspectivas de recopilación y uso. [5]
3.5.5 Integración de los cuatro componentes
anteriores. Esta síntesis podrá requerir
igualmente la realización de algunos encuentros de discusión de los resultados
de la recopilación cuantitativa, a la manera de grupos focales o talleres de
seguimiento, a fin de revisar en lo posible con un procedimiento de
triangulación de fuentes (disciplinar o sectorialmente), o asumir de manera
simple el recurso práctico de compartir con lectores especializados la revisión
de los capítulos con que se organice la exposición de los resultados del
trabajo.
[1] Este proyecto de
sociedad industrial venía de la primera
república liberal, era la apuesta de la Andi, en cierta forma de la plataforma
económica de las reformas constitucionales de 1936 a 1968, de los cafeteros, de
las escuelas de ingeniería y los incipientes llamados a un desarrollo
científico tecnológico nacional, y
significó la existencia de “capitanes de industria” como mentalidad de
empresarios dispuestos al riesgo de crear fábricas y ampliar la base
productiva. Era un espacio en el que no cabía del todo la especulación, en el
cual se intentó consolidar una ética del trabajo y adicionalmente se fijaron
las bases de un pacto social entre capital y trabajo (derecho del trabajo,
Código Sustantivo, Seguridad Social, SENA, INEM, Radio Sutantenza, INCORA) etc.
Aún dentro de un modelo imitativo de desarrollo que veía indistintamente a
Estados Unidos, luego a Japón, luego a Brasil o España y finalmente a los
Tigres asiáticos como referentes de ordenamientos sociales capaces de superar
el atraso y potenciar la capacidad de generar empleo productivo, desarrollar la
ciencia y la técnica, exportar bienes de capital, y satisfacer las necesidades
del desarrollo humano.
[2] Sobre el éxito de los
colombianos en el sueño americano ver por ejemplo. http://pewhispanic.org/files/reports/96.pdf
[3] Cárdenas, Miguel Eduardo:
Justicia
pensional y neoliberalismo: un estudio de caso sobre la relación derecho y
economía". Bogotá, 2004
[4] http://www.icesi.edu.co/ret/resumen84.html
[5] Siguiendo una
perspectiva de aclarar mediante el socio análisis los usos de las estadística, como propone el
libro Desrósieres, Alain “La política de los grandes números, Historia de la
razón estadística”. Madrid, Melusina, 2006. http://www.madrimasd.org/blogs/salud_publica/2007/06/29/68972